La Zona de Bajas Emisiones de Salamanca controlará el acceso de los vehículos sin etiqueta

Cristina Muñoz
Cristina Muñoz
Salamanca se prepara para la implantación de su Zona de Bajas Emisiones y, además, ha elaborado un amplio plan de medidas con el que busca reducir la contaminación.

La ciudad de Salamanca va a poner en marcha una serie de medidas, que ya ha definido, para cumplir con la Ley del Cambio Climático y Transición Energética. Y es que se trata de una de las poblaciones de más de 50.000 habitantes donde, durante 2023, es obligatorio el desarrollo e implantación de una Zona de Bajas Emisiones (ZBE). 

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Calles de Salamanca afectadas por la ZBE

En principio, las calles donde se creará la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) de Salamanca serán aquellas que pertenecen al conjunto histórico de la ciudad. En esta ZBE, se vigilará el acceso de los vehículos más contaminantes según la etiqueta de la Dirección General de Tráfico (DGT). Su objetivo es reducir las emisiones contaminantes en el área que está declarada como Patrimonio de la Humanidad.

etiquetas dgt

Para ello, tal y como están haciendo el resto de ciudades, se van a colocar cámaras para controlar el acceso. El proyecto establece la instalación de más cámaras para vigilar la entrada a las zonas peatonales, y otras que podrán calcular el aforo de vehículos y peatones. De esta forma, el Ayuntamiento de Salamanca quiere que haya una mayor fluidez en la circulación de vehículos.

Además, para cumplir con su propósito, el Consistorio va a instalar en la ciudad 21 paneles que ofrecerán información variable a los conductores. En estos se comunicarán cosas como el estado del tráfico, si hay cortes en algunas calles o accidentes e, incluso, si hay plazas de aparcamiento disponibles tanto en los parkings disuasorios como en los subterráneos que son del Ayuntamiento.

Qué vehículos podrán acceder a la ZBE

No tendrán restricciones de acceso a la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) de Salamanca: los residentes de esta zona, las personas con discapacidad con tarjetas de movilidad reducida, y los vehículos de carga y descarga.

Así mismo, también tendrán permitido el acceso y circulación los vehículos de policía y emergencias; aquellos destinados al transporte público; los de servicios médicos y funerarios; para acudir a los centros de educación o de salud; para llegar hasta establecimientos hoteleros y apartamentos turísticos en los que vayan a alojarse; empresas que necesiten acceder para realizar su trabajo (reparaciones de electricidad, gas, telefonía, etc.); y los vehículos especiales durante eventos y celebraciones.

En el caso de las motos, tendrán las mismas restricciones que los coches. Mientras que los Vehículos de Movilidad Personal (VMP) como patinetes y bicicletas podrán acceder a la Zona de Bajas Emisiones (ZBE).

Carriles bici, medidores de calidad del aire…

Otro de los proyectos que se van a llevar a cabo en la ciudad de Salamanca es el de la construcción de nuevos tramos de carril bici que lleguen hasta el centro. Además, el sistema de alquiler público de bicicletas que opera en Salamanca (SALenBICI) va a sumar 300 bicicletas y más estaciones.

Por otro lado, se van a instalar señales luminosas en los cruces de ciclistas, y el Ayuntamiento también ha planteado la implantación de pasos de peatones inteligentes con barras emisoras de luz que se activan mediante un sensor que detecta su presencia.

Por último, el Consistorio plantea colocar una red de sensores que midan la calidad del aire de la ciudad (en el interior y el exterior de la Zona de Bajas Emisiones). De esta forma, se podrá conocer cuáles son los puntos con mayor contaminación y tomar medidas respecto a la circulación de vehículos por esas áreas.

El coste total que supondrá la puesta en marcha de todas estas medidas para el Ayuntamiento de Salamanca es 8.752.157,46 euros, de los cuales el Consistorio va a recibir 6.509.869,19 euros procedentes de los Fondos Europeos Next Generation.