Si en los 90 tenías estilo y dinero, tenías uno de estos. El BMW 850i estaba encuadrado dentro de la gama Serie 8, la cual se presentó en el Salón de Frankfurt de 1989. Sin embargo, su historia se remonta cinco años atrás, cuando el equipo de diseño de BMW, encabezado por Klaus Kapitza, comenzó a desarrollar los primeros bocetos del que estaba llamado a ser el sucesor del Serie 6, que se comercializaría hasta, precisamente, 1989. Para ello, se basaron en el frontal del icónico BMW M1 y emplearon avanzadas herramientas informáticas de diseño asistido. El resultado fue uno de los automóviles más bellos de finales del siglo XX. La producción se llevó a cabo en la planta de BMW de Dingolfing –Alemania– y se construyeron algo más de 30.000 unidades.
Así eran sus señas de identidad: La carrocería medía 4,78 metros de largo y presumía de un coeficiente aerodinámico de 0,29 Cx, una cifra excelente para su época. Destacaba por sus llamativos faros retráctiles de forma rectangular, su esbelta y muscular parte trasera y la ausencia de pilar B entre las puertas y las ventanillas traseras –que pueden bajarse–.
Esto es lo que hay: Por muy deportiva que luzca la carrocería del Serie 8, y tal como la propia BMW aseguró en su momento, el E31 no es un deportivo radical, sino un gran turismo en el que cuatro personas pueden viajar a toda velocidad con absoluta comodidad. Además, se trata de un coupé pesado –se acerca bastante a las dos toneladas–, sobre todo debido al tamaño del propulsor de 12 cilindros y a los refuerzos que incorpora el chasis para compensar la inexistencia de pilar B. De tal manera, en marcha se muestra poco ágil y se notan mucho las inercias al cambiar de dirección a alta velocidad. Respecto a sus prestaciones, el 850i no resulta demasiado brillante en este aspecto, pero con sus 300 CV de potencia, tiene mucha fuerza desde apenas 1.500 rpm, y acelera de 0 a 100 km/h en unos razonables 6,8 segundos. Además, ofrece una respuesta suave y agradable, resulta silencioso y las vibraciones que genera son completamente nulas. La peor parte se encuentra en su consumo, pues es difícil bajarlo de 17 l/100 km de media.
¿850¡?, ¿Ci?, ¿CSi?, ¿840Ci?: Resulta bastante común que la gente denomine al Serie 8 –cuyo código interno es E31– como 850i ‘a secas’. Pero, en realidad, el 850i es sólo una de las diferentes versiones que existen del Serie 8, aunque también es la más común, ya que dos terceras partes de toda la producción de este modelo correspondieron al 850i, fabricado entre 1989 y finales de 1992. No obstante, en 1992, la gama se amplió con el el 850CSi con motor 5.6 V12 de 385 CV y, en 1993, llegaron los 840Ci –4.0 V8 de 286 CV, aunque en 1995 ese propulsor se reemplazó por un 4.4 V8 de la misma potencia– y el 850Ci –que equipaba una mecánica 5.4 V12 de 326 CV y que reemplazó al 850i–. Finalmente, la Serie 8 de BMW dejó de comercializarse en 1999 y, en la actualidad, la versión más común y asequible es la 850i, aunque no la más apetecible, ya que el 840Ci registra unas prestaciones muy similares con un consumo más ajustado y una menor delicadeza mecánica –eso sí, su precio puede llegar a ser un 40% superior–.
Un ‘M8’ encubierto…y algunas rarezas: En realidad, la variante 850CSi fue desarrollada por el departamento BMW Motorsport, pero la marca germana declinó comercializarlo como M8, puesto que no se trataba de un coupé de connotaciones marcadamente deportivas, sino un gran turismo –eso sí, pasaba de 0 a 100 km/h en 6,0 segundos–. Por otro lado, Alpina –constructor alemán que fabrica vehículos deportivos a partir de modelos de BMW– creó dos modelos a partir del Serie 8: el Alpina B12 5.0 de 1990 –355 CV; 97 unidades fabricadas– y el B12 5.7 de 1992 –416 CV; 57 ejemplares–.
Si lo quieres más barato… cómpralo automático: Una de las mayores críticas al Serie 8 era su lenta e ineficaz caja de cambio automática de cuatro velocidades –ZF 4HP24–. Aun así, su concepción de gran turismo confortable y lujoso propició que más del 80% de los Serie 8 que se vendieron lleven cambio automático. Con todo, si buscas un Serie 8, es mejor que optes por una unidad con caja manual –Getrag 560G de seis velocidades–, pues resulta más rápido y deportivo: el 850i automático tarda 7,4 segundos en acelerar de 0 a 100 km/h, es decir, 0,6 segundos más que su homónimo manual. Eso sí, un 850i con caja automática puede costar en torno a un 25% menos que uno con caja manual.
Muy avanzado para su época: BMW siempre sostuvo que el Serie 8 era un coche adelantado a su tiempo, pero no sólo en lo que a su diseño se refiere, sino también en cuanto a su tecnología. El Serie 8 fue uno de los pioneros en incorporar acelerador electrónico y uno de los primeros BMW en adaptar un tren trasero multibrazo. Asimismo, incluía control de estabilidad y un sistema de gestión variable de la suspensión, la dirección y el motor a través de dos programas: Sport y Comfort. Por otro lado, dado que el Serie 8 era un modelo poco deportivo en su conducción, BMW optó por añadir, en la variante 850CSi, un diferencial de deslizamiento limitado, unas suspensiones optimizadas y una eje trasero activo capaz de hacer girar las ruedas posteriores hasta 2,5 grados –sólo por encima de 60 km/h–. De esta manera, el 850CSi se posicionó como un modelo mucho más rápido y deportivo, razón por la cual es el más valorado en la actualidad: en torno a 25.000 euros.
Sólo si está bien cuidado será fiable: El motor 5.0 V12 resulta fiable, pero un inadecuado mantenimiento en este vehículo o unos malos cuidados, pueden derivar en multitud de caros problemas con su electrónica, la bomba de agua, la dirección, la suspensión, la caja de cambio automática… A la hora de comprar uno, es especialmente importante revisarlo a fondo.
¿Dónde conseguir uno? Como la mayoría de BMW Serie 8 que se vendieron nuevos corresponden a la variante 850i, el 80% de los que puedes encontrar en el mercado de ocasión son 850i y, además, son los más asequibles.
BMW 850i 1989
- PVP nuevo: 71.079 euros
- PVP actual: Desde 8.750 euros (cambio manual).
- Motor: 5.0 de doce cilindros en V, 300 CV de potencia a 5.200 rpm y 450 Nm de par a 4.100 rpm.
- Cambio: Manual de seis velocidades.
- Tracción: A las ruedas traseras.
- Prestaciones: Acel. de 0 a 100: 6,8 seg. Vel. máx.: 250 km/h –limitada–.
- Consumo: 15 l/100 km.
- Peso: 1.792 kg. Maletero: 320 litros.
- Rivales: Porsche 928, Mercedes SL…
LO MEJOR: Diseño, confort de marcha, refinamiento.
LO PEOR: Consumo alto, peso elevado, cambio automático mejorable.