He leído ya varias cartas de otros lectores referidas a cuándo utilizar el alumbrado correctamente […]. De entrada, yo achaco el mal uso del alumbrado del vehículo al desinterés y a la laxitud de algunos conductores, por no revisar sus luces y porque se las trae ‘al pairo’ el resto de los usuarios de la vía. […] Pero, ¿dónde están los agentes cuando se cometen infracciones que se pueden castigar y no se sancionan?
Todas las semanas recorro la AP-4 de noche, y no hay ninguna en la que no vea coches con un faro fundido, o con las luces antiniebla encendidas cuando no es necesario. Y no digamos ya el automovilista que te adelanta a una velocidad superior a la permitida y, para más inri, no funciona su luz de matrícula. Entonces, me pregunto: ¿dónde están los agentes para sancionar a estos imprudentes que ponen en riesgo a los demás?
Y eso por no hablar de los intermitentes, que puedes no ponerlo por despiste, pero cuando veo a un conductor que adelanta y no lo pone, me resulta de una prepotencia sin parangón: parece que pueden hacer lo que les venga en gana sin tener en cuenta nada. […].
A estos los sancionaría severamente para que no olviden más poner un intermitente. Pues esa inacción tan simple también provoca accidentes. Por último, y resumiendo, a los agentes de Tráfico les diría: ¡Señores, vigilen más las carreteras de noche! Que a esas horas hay auténticos peligros en potencia sobre ruedas.