Estados Unidos podría añadir nuevas pruebas a su conjunto de crash tests

La NHTSA -administración norteamericana que vela por la seguridad del tráfico- ha anunciado que está preparando un nuevo endurecimiento de sus tests, con pruebas que nunca antes había realizado.


El crash test que la NHTSA se plantea introducir es muy parecido al del IIHS -Instituto de las Aseguradoras para la Seguridad en Carretera, por sus siglas en inglés-, que sacó los colores a las berlinas más prestigiosas: El vehículo sería estrellado contra un objeto -que simularía un poste o un árbol-, pero el impacto sólo se produciría en un punto muy concreto: Una esquina del parachoques. El coche también sería sometido a diversos choques oblicuos, para comprobar su seguridad en distintas situaciones que se pueden dar en la carretera. La NHTSA pretende que superar con éxito el crash test del poste sea condición indispensable para que un modelo obtenga la máxima calificación -«Top Safety Plus»-.

El máximo responsable de la NHTSA, David Strickland, se ha mostrado convencido de que los fabricantes, conscientes de la investigación y el trabajo preliminar que ya está haciendo la NHTSA, se han apresurado a tomar medidas para conseguir superar estas nuevas pruebas en caso de que se implementaran. En el Salón de Detroit, Strickland advirtió que cualquier decisión sobre nuevas pruebas de choque sería tomada en un plazo máximo de dos años.

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