Por más que VW lo pretenda, es complicado que el último integrante de esta saga deportiva conserve algo de aquel primer GTI. De hecho, ahora es un modelo más grande -mide medio metro más de largo-, más pesado -¡media tonelada más!- y bastante más caro -su precio triplica al del modelo original-. Eso sí, también este Golf es casi el doble de potente y propociona unos niveles de seguridad y confort inimaginables en la década de los 70. Quien busque altas prestaciones y con -mucha imagen- tiene en este compacto una buena alternativa a los Renault Mégane RS o Seat León Cupra R, que son más potentes… y más caros. Sin embargo, quien anhele recuperar las -sensaciones- de aquel primer modelo, lo más aconsejable es que se decante por un Citroën C2 VTS -120 CV, 15.430 – y 120 CV-… o, dentro de la propia marca, el VW Lupo GTI -18.000 – y 125 CV-.