El Grupo PSA, en Vigo

Coche autónomo: el futuro se investiga en España

Enrique Espinós
Enrique Espinós


El Grupo PSA, junto con el CTAG -Centro Tecnológico de Automoción de Galicia-, han presentado en Vigo el proyecto Autopilot, que explora el papel de las nuevas tecnologías de comunicación en la conducción autónoma. ¿Cómo? Con un Citroën C4 SpaceTourer que es capaz de aparcar por sí solo en un parking o de detenerse cuando le indican que un semáforo está en rojo o que un peatón está cruzando por un paso de cebra.

Vigo es una de las cinco ciudades europeas -junto con Tampere, en Finlandia; Versalles, en Francia; Livorno, en Italia; y Brainport; en Holanda. Parte del proyecto también se lleva a cabo en Daejeon, en Corea- en el que, desde 2017, se lleva a cabo el proyecto Autopilot, por el que hasta 45 empresas, entre ellas marcas como PSA y compañías como CTAG, Continental o TomTom; están investigando el papel de las infraestructuras conectadas respecto a la conducción autónoma. Y eso, ¿qué significa exactamente? Exploran cómo puede aplicarse el Internet de las cosas para ayudar al desarrollo de los vehículos conectados.

Conectado con su entorno

Un buen ejemplo es lo PSA y Ctag mostraron ayer en Vigo, ante la mirada, entre otras personalidades, de Abel Caballero, alcalde de la ciudad. En el parking de la Praza do Rei, muy próximo al Ayuntamiento, un C4 SpaceTourer fue capaz de aparcar por sí mismo en una plaza de aparcamiento que, previamente, le había comunicado el propio parking que estaba libre. La explicación de esta actuación pasa primero porque la propia infraestructura -el aparcamiento- le había comunicado al coche un mapa detallado de la misma, con lo que el C4 sabía dónde estaba la plaza que le habían asignado.

Pero, para que pudiera llegar allí, es imprescindible la tecnología de este vehículo, que cuenta con como radares de proximidad en las cuatro esquinas del vehículo, una cámara por encima de la matrícula delantera y dos Lidar en el techo y en el frontal.

Estos últimos son emisores láser que, mediante un rayo de este tipo, son capaces de «en tiempo real, determinar y dibujar perfectamente tanto los objetos estáticos como aquellos que se mueven, así como su distancia y su velocidad relativa», explica Francisco Sánchez, responsable de la división de Electrónica de Ctag.

Todo este equipamiento, junto con una unidad de computación situada en el maletero, posibilita que se ubique en el espacio y le permitieron conducir y estacionar por sí sólo con éxito entre otros vehículos. Las de este C4 son tecnologías y posibilades que, según responsables de PSA, podríamos ver en vehículos de serie «a partir de 2023 o 2024».

Pero la fase del proyecto Autopilot llevada a cabo en Vigo -y que finalizará en enero de 2020- también ha experimentado con otras posibilidades de conexión de infraestructuras en tiempo real. Valga como ejemplo el otro experimento mostrado en la ciudad, en este caso en la Gran Vía, una de las arterias más importantes de Vigo.

Allí, y en un circuito acotado al tráfico abierto, el C4 SpaceTourer circulaba por sí mismo pero, también, fue capaz de detenerse automáticamente -y reanudar posteriormente la marcha- a instancias de un semáforo y de una cámara. El primero le indicaba que se iba a poner en rojo con suficiente antelación para que el vehículo se detuviera con seguridad. Y la segunda le transmitía que, en un paso de peatones cercano a la posición del vehículo, estaba cruzando un peatón -el coche no podía detectarlo por sí solo ya que el paso se encontraba tras un giro cerrado-. Al aproximarse a ese paso, el Citroën se detuvo con total seguridad hasta que el peatón acabó de cruzar.

Estas investigaciones se encuadran entre aquellas que ha llevado el Grupo PSA en China y Europa, con el objetivo de «configurar el ecosistema que se necesita implementar para la puesta en marcha de la conectividad al servicio de la conducción autónoma», señala Ignacio Bueno, director del Centro PSA de Vigo.