El DS 7 Crossback fue presentado en 2017 y lanzado en 2018 como un intento de posicionarse como una alternativa a los SUV medios de corte premium como el Audi Q5, el Mercedes GLC, el Volvo XC60 o el BMW X3, frente a los cuales ofrecía una relación precio-equipamiento mucho mejor. Y el pasado verano anunció un restyling que estaría disponible sobre finales de 2022.
El primer cambio que sufrió este modelo es que pierde la denominación Crossback, pasando a llamarse DS 7 ‘a secas’. Aparte, hubo novedades en cuanto a diseño, equipamiento y gama de motorizaciones. Respecto a lo primero, los cambios más evidentes se hallan en el frontal y en la zaga, aunque también hay nuevos diseños de llantas.
Ópticas, paragolpes y parrilla recibieron los principales cambios, destacando los nuevos faros DS Pixel Led Vision 3.0 y las luces diurnas DS Light Veil. Dentro, hay nuevas tapicerías y guarnecidos, pero sobre todo destaca el nuevo sistema multimedia DS Iris, que se integra en una pantalla de 12” (mismo tamaño que la de la instrumentación) y que supone una importante evolución respecto al antiguo software.
También se anunciaron importantes noticias en la gama de motorizaciones, donde sorprende la desaparición de las mecánicas PureTech de gasolina, dejando a la versión diésel BlueHDI de 130 CV como única opción de pura combustión.
El resto de motorizaciones son todas híbridas enchufables y se integran en la familia E-Tense. Dos de ellas ya existían antes (las de 225 y 300 CV) y la gran novedad es una tercera versión de 360 CV que puede acelerar de 0 a 100 km/h en 5,6 segundos. Las tres se basan en un motor 1.6 PureTech de gasolina, sobre el que añaden determinado paquete eléctrico.
El DS 7 E-Tense de 225 CV es de tracción delantera y combina el motor 1.6 PureTech, con 180 CV, con un propulsor eléctrico de 110 CV. Las versiones de 300 y 360 CV son en esencia idénticas, pero en la segunda hay una nueva programación electrónica específica que permite liberar 360 CV. En los dos casos, de mover el eje delantero se encarga el motor 1.6 PureTech (aquí con 200 CV) y el eléctrico de 110 CV, mientras que del trasero se ocupa un segundo propulsor eléctrico de 113 CV.
En todos los casos la batería es de 14,2 kWh, lo que supone una ganancia de un kWh respecto a la batería del modelo saliente. Eso repercute en una autonomía eléctrica de hasta 67 km, aunque en la versión de 360 CV se reduce a 58 km.
Hablando de esta última versión de 360 CV, su aportación no se reduce al poderío mecánico, sino que también hay algunas modificaciones a nivel de chasis que buscan dinamizar el comportamiento de un vehículo que, en su forma normal, no destaca en ese apartado, si no más bien en su excelso confort. Así las cosas, el DS 7 E-Tense de 360 CV cuenta con una suspensión deportiva más firme y 15 mm más corta, vías más anchas (24 mm delante y 10 mm detrás) y un kit de frenos específico con discos y pinzas más grandes.
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