Prueba: Nuevo Ford Mondeo 2015

Lo cierto es que esta prueba no comienza con buen pie. La lluvia ha hecho que llegue al aeropuerto de Madrid Barajas Adolfo Suárez, envuelto en la estúpida misión de hacer pole position en mitad de un atasco, para evitar perder el avión que me llevará a Málaga.
Por suerte, al aterrizar nos esperan una treintena de unidades del nuevo Ford Mondeo 2015 aparcados bajo un sol radiante. Durante nuestro recorrido por las carreteras de la Axarquía, que unen Málaga con Granada, hemos tenido la oportunidad de probar dos versiones del Ford Mondeo: el 2.0 TDCi diésel de 180 CV con carrocería de 5 puertas y el Mondeo Sportbreak -familiar- con mecánica 1.5 EcoBoost gasolina de 150 CV.
A simple vista el diseño del nuevo Ford Mondeo resulta más familiar que novedoso. Aun así, sus 4,87 metros de largo, su parrilla frontal trapezoidal -que recuerda a la de un Aston Martin– y la línea descendente del techo le aportan un toque de distinción que puede considerarse premium. Algo a lo que también contribuyen los faros full led con luz diurna, las nervaduras del capó y las salidas de escape integradas en el paragolpes trasero. ¿El lado negativo? Cuando Ford lanzó el anterior Mondeo en 2007 era posible escoger cualquier motor con carrocerías de 4 ó 5 puertas€ mientras que, en esta generación, la versión de cuatro puertas tan sólo se venderá asociada a la mecánica híbrida gasolina eléctrica 2.0 iVCT Hybrid de 187 CV.
Me hago con las llaves de un 2.0 TDCi diésel de 180 CV y comienzo la ruta. En cuanto giro el volante -con 2,7 vueltas entre topes- para abandonar el párking, aparece la primera diferencia respecto a su antecesor: el nuevo Ford Mondeo necesita mucho menos espacio para maniobrar € algo que en un coche de casi 4,9 metros de largo es de agradecer.

En cuanto comenzamos a enlazar curvas, explicar cómo va el nuevo Ford Mondeo es sencillo: se trata de una berlina con un tacto poco habitual en sus rivales. El eje delantero es muy preciso, la carrocería balancea muy poco y se percibe tan ligero y rápido de reacciones que recuerda a un Focus. Además, lo consigue con un muy buen nivel de confort para los ocupantes. Gran parte de ese mérito se debe a su avanzada suspensión trasera multibrazo de aluminio que estrena la nueva generación del Ford Mondeo -similar a la de, por ejemplo, un BMW Serie 3-, y a la amortiguación adaptativa que equipa nuestra unidad y que se puede regular en tres niveles -confort, normal o sport-. En cualquier caso, por comportamiento puede decirse que está un puntito por encima de cualquier rival.

¿Cómo va el motor 2.0 TDCi diésel de 180 CV?

El motor ofrece una respuesta progresiva y lineal desde 1.500 rpm hasta 4.000 rpm -por debajo de 1.500 rpm es un poquito perezoso- y unas prestaciones notables: acelera de 0 a 100 km/h en 8,3 segundos y alcanza 225 km/h. Se trata de una mecánica agradable por su empuje o porque, frente a las variantes diésel del Mondeo al que sustituye, resulta más silencioso y agradable. Tal vez su único punto débil es que los 4,4 l/100 km de consumo medio que declara Ford, en realidad están más cerca de los 6,5 l/100 km -que es una cifra razonable para un modelo de su tamaño y potencia-.

Así va el 1.5 EcoBoost de 160 CV

Su funcionamiento resulta agradable por su mezcla entre suavidad y excelentes prestaciones, con una respuesta contundente cuando se acelera a fondo y hasta alcanzar las 6.000 rpm. Por encima de 1.300 rpm responde ya con fuerza, algo que permite ganar velocidad sin necesidad de forzar la mecánica. De hecho, su reducida cilindrada tan sólo se nota al acelerar a bajas rpm en marchas largas; momento en el que al motor le cuesta ganar velocidad. En cuanto al consumo, al igual que el diésel declara 4,4 l/100 km? aunque, durante nuestro recorrido, obtuvimos medias de unos 7,0 – 7,5 l/100 km.

Imágenes el Ford Mondeo 2015

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