En 2023 entra en vigor una de una de las medidas que ha generado más polémica de aquellas que están dentro de la Ley del Cambio Climático y Transición Energética: la creación de Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) en todas las localidades españolas que tengan más de 50.000 habitantes; también se incluyen los territorios insulares y aquellos municipios con más de 20.000 habitantes que superen los niveles de contaminación permitidos.
Esta ley afecta a un total de 149 localidades españolas, que ya están preparando sus respectivas normativas en cuanto a sus Zonas de Bajas Emisiones (ZBE). Por este motivo, desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) han elaborado una lista con siete medidas que, según su criterio, deben contemplarse a la hora de establecer las normas de las ZBE.
Así deben ser las Zonas de Bajas Emisiones
La OCU ha elaborado un listado con 7 líneas de acción que deben seguir tanto las administraciones municipales como la administración central en el momento de crear las Zonas de Bajas Emisiones en las ciudades, y son las siguientes:
1.- Las ZBE deben tener una señalización amplia, clara y bien visible en su entrada, tanto en la calzada como en los laterales. Además, la OCU indica que tiene que incluir dispositivos luminosos, ya que la gran mayoría de las sanciones en las ZBE que ya están activas son por el desconocimiento del conductor o por una mala señalización.
2.- Se deben construir aparcamientos disuasorios en los límites de las ZBE, que sean gratuitos y estén bien conectados con el centro de las ciudades a través del transporte público.
3.- Apostar por la movilidad sostenible, fomentando el uso del transporte público, creando una amplia red de carriles bici, y peatonalizando las calles de los cascos históricos y zonas comerciales de las localidades.
4.- Permitir que los coches sin pegatina medioambiental de la DGT puedan acceder a las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) tres veces al año.
5.- La OCU también solicita un cambio en las etiquetas de la DGT para que el sistema priorice las emisiones reales frente a la tecnología del motor. La Organización de Consumidores y Usuarios viene alertando desde hace tiempo de que los nuevos vehículos diésel y gasolina contaminan menos que, por ejemplo, los híbridos enchufables de gran cilindrada.
En este sentido, la OCU elaboró un estudio en 2022 en el que analizó 147 coches, donde se demostraba que hay coches que llevan la misma etiqueta ambiental de la Dirección General de Tráfico (DGT) que pueden tener niveles de emisiones muy diferentes. En su informe la OCU destacaba, por ejemplo, que entre los modelos con distintivo C y motor de combustión, diésel y gasolina, había algunos con muy bajas emisiones. En concreto, hasta un 9 % de estos vehículos logró una buena valoración por su bajo nivel de emisiones, que se dio como consecuencia de su reducido consumo.
6.- Al Gobierno la OCU le pide que amplíe las ayudas del Plan Moves también a los coches de segunda mano que cuenten con la etiqueta Cero Emisiones o Eco. Según esta organización, el incremento de los precios de los coches está impidiendo que muchos usuarios puedan cambiar su vehículo sin etiqueta por otro nuevo, cuando estos conductores sí que lo necesitan para entrar en la ciudad por motivos laborales o familiares. Por eso, ampliar el Plan Moves a este tipo de vehículos permitiría facilitar la sustitución de los coches más antiguos y contaminantes.
7.- Que exista información centralizada sobre las principales características de las 149 Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) repartidas por España en cuanto a su regulación, extensión, accesos, situación de los aparcamientos disuasorios y comunicación con el transporte público, etc.