Carlos Sainz prueba el Peugeot 308 GTI

Autofacil
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Cuando un coche recibe un restyling, suele alcanzar toda su madurez. Por eso, suele ser el momento ideal para adquirirlo. Y, por eso, a Carlos Sainz le gusta más todavía el nuevo Peugeot 308 GTI.


Por suerte, el mundo del automóvil ha avanzado tanto en los últimos años que, hoy día, el nivel de seguridad de la inmensa mayoría de los coches de calle era inimaginable hace un par de décadas. Cuando yo empecé a disputar el Campeonato del Mundo de Rallyes a finales de los 80, que un compacto superase los 200 CV era ya casi una barbaridad; por ejemplo, el Peugeot 309 GTI de aquella época rendía tan sólo 130 CV, y el GTI 16V, que era lo más de lo más, alcanzaba los 160 CV…

En cambio, el Peugeot 308 GTI de estas páginas, que es el actual sucesor de aquel mítico 309, desarrolla ni más ni menos que 272 CV, una potencia que le permite luchar de tú a tú con los rivales más duros de este segmento.

Por fuera, distinguir al Peugeot 308 GTI de cualquier otro 308 es fácil: sus llantas de 19″, las pinzas Brembo pintadas en rojo o las dos salidas de escape individuales y redondeadas son detalles excusivos de este 308 GTI. Además, en el caso concreto de esta versión, la carrocería viene pintada en dos tonos, una opción que tiene un sobreprecio de 625e. Salvo por este detalle, lo cierto es que el 308 GTI consigue un gran equilibrio estético entre deportividad y elegancia, pues no resulta demasiado recargado ni tampoco excesivamente macarra.

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Peugeot 308 GTI: un interior diferente

Por dentro, lo más característico son los asientos firmados por Peugeot Sport. Hay otros pequeños detalles que le delatan, como el pomo del cambio o los pedales de aluminio, pero también es cierto que son iguales que los de las versiones con acabado GT Line.

El puesto de conducción es peculiar. Está pensado para que lleves el volante más bajo que en otros coches, y la banqueta del asiento también va un poco más alta. Lo cierto es que no es una postura que suela llevar en otros modelos, pero también es verdad que no voy mal y que resulta bastante cómoda en largos viajes. También es peculiar su volante, que tiene una forma ovalada y un diámetro más pequeño de lo habitual. Es, en general, bastante agradable de empuñar.

Por lo demás, el interior es atractivo y, sobre todo, muy moderno, gracias a su pantalla central a color o su instrumetación. De todo, destaco el botón ubicado junto al cambio de marchas, pues al pulsarlo la instrumentación toma un tono deportivo rojo y en el ordenador de a bordo aparecen unos sugerentes indicadores deportivos. También notas que el sonido del motor cambia, pues el sistema de audio se encarga de modificar las frecuencias que llegan al interior para que suene más y de una forma más bronca.

prueba peugeot 308 gti carlos sainz 0001Peugeot 308 GTI: ¡Qué motor! ¡Qué respuesta!

La función Sport también endurece levemente la dirección asistida, al tiempo que la respuesta del acelerador se vuelve un poco más instantánea y afilada. Y es aquí donde empiezas a saborear todo lo que hace especial de verdad a este Peugeot. Debajo del capó hay un motor 1.6 Turbo de 272 CV que sorprende por cómo empuja desde muy bajas revoluciones. Parece increíble que un propulsor tan pequeño pueda rendir de una forma tan intensa, y la verdad es que, cuando lo conduces, siempre estás pensando en cuándo aparecerá otra oportunidad en forma de recta para poder acelerar a fondo y disfrutar de todo su potencial.

Este Peugeot 308 GTI es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en sólo 6 segundos, una cifra muy respetable. Sin embargo, a mí casi me impresiona más su intensa respuesta, sin que se aprecie ningún retraso en el turbo, más que las prestaciones puras. Pero es que, además, a poco que realices una conducción normal, es fácil moverse por debajo de los 8,0 l/100 km de consumo medio. Sin duda, se trata de un motor excelente.

El 308 GTI sólo se ofrece con un cambio manual de seis marchas que, la verdad, es un complemento ideal para este propulsor. No tiene unos desarrollos demasiado largos, y disfruta de un tacto durito y metálico que le ayuda a ser tan preciso como rápido y agradable de manejar. Uno de los aspectos que diferencia a este Peugeot de otros compactos deportivos es la cantidad de sensaciones que aporta al conductor. Y eso lo consigue con las prestaciones del motor, pero también con otros detalles que no podemos dejar de tener en cuenta. Uno de esos elementos clave es el diferencial autoblocante. El 308 GTI sólo tiene tracción delantera y, con un motor tan potente, es fácil que el eje delantero hubiera tenido problemas para asegurar una buena capacidad de tracción. Sin embargo, en Peugeot Sport han ajustado muy bien las cotas del eje delantero y la suspensión, y eso, unido al diferencial autoblocante, da como resultado un coche con una motricidad sobresaliente.

Peugeot 308 GTI: Conducción adictiva

Así, puedes acelerar sin contemplaciones a la salida de cualquier curva sin temor a que el coche tienda a irse de morro. Es más, para disfrutar del potencial de este 308 GTI, lo que tienes que hacer es, precisamente, acelerar a fondo en cuanto ves la salida de las curvas. Entonces, el diferencial autoblocante es cuando actúa de verdad, guiando al eje delantero hacia el vértice de la curva como por arte de magia. No es una reacción tan brusca como la que se percibe en un coche de competición, pero sí es cierto que es una sensación muy deportiva y hasta excitante cuando vas deprisa.

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Otro de los pilares fundamentales del 308 GTI es su comportamiento. El eje delantero se muestra muy preciso, ayudado por una dirección con la que es muy fácil dirigir al coche justo por donde quieres. La suspensión tiene unos tarados firmes, si bien es capaz de copiar con fidelidad las imperfecciones la carretera y no resulta especialmente incómoda. Por su parte, el eje trasero se caracteriza por mostrarse más vivo que en otros GTI. Y eso es muy bueno, pues sus reacciones son más deportivas, consiguiendo que te veas mucho más involucrado en la conducción. Es quizá un poco más exigente que la mayoría de sus rivales, pero también es más divertido de conducir, al fin y al cabo, creo que esa es una de las claves de un buen compacto deportivo.

Peugeot 308 GTI: Los frenos, a gran altura

El resultado, como podéis imaginar, es un vehículo extremadamente rápido en todo tipo de vías. Y, cuando tienes un coche así, es fundamental que los frenos estén a la altura. En este apartado, en Peugeot Sport no se han andando por las ramas y han instalado unas pinzas Brembo de cuatro pistones con unos discos de 380 mm en el eje delantero; un conjunto que te permite apurar mucho la frenada y, al mismo tiempo, asegura una elevadísima resistencia a la fatiga. Creo que, salvo que te metas en un tramo de rallyes cerrado al tráfico y compitiendo con un copiloto, te costará mucho hacerlos desfallecer. Y te aseguro que, incluso en carrera, solventarían la situación con bastante dignidad.

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Queda hablar del precio. El Peugeot 308 GTI sale por 31.850 euros, una cifra que no está nada mal teniendo en cuenta las prestaciones del coche y que ofrece un equipamiento completísimo de serie: navegador, llantas de 19 pulgadas, faros Full led…

Qué lleva de serie el peugeot 308 GTI 270 by PS

Seis airbags, control de presión de neumáticos, faros Full led, control y limitador de velocidad, pedales deportivos de aluminio, llantas de 19″, climatizador bizona, navegador, suspensión deportiva, sensor de aparcamiento delantero y trasero, diferencial autoblocante, indicadores de datos deportivos en el ordenador de a bordo…

OPCIONES: Pintura metalizada -desde 488 euros-, pack Drive Assist -416 euros; conexión de luz larga automática, detector de señales y de fatiga y aviso de cambio de carril involuntario -1.080 euros-, techo panorámico -desde 572 euros-…

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El veredicto de Carlos Sainz del Peugeot 308 GTI

El Peugeot 308 GTI by Peugeot Sport es un GTI de verdad, pues tiene todo lo que debe tener un compacto de este tipo: un motor que corre mucho y ofrece una respuesta muy contundente a cualquier régimen de revoluciones; un chasis que asegura una elevada precisión; una estabilidad sobresaliente y unas sensaciones al volante muy puras y deportivas; y una estética, tanto interior como exterior, que le definen como lo que es al primer vistazo. Por si fuera poco, está muy bien equipado de serie, y entre eso y todo lo comentado anteriormente, creo que su precio está plenamente justificado. ¿Una pega? Difícil decir una… pero quizá podrían haber mantenido la versión básica de 250 CV anterior al restyling: ¡ya iba muy bien!

 

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