9 puntos positivos y negativos de circular a 90 km/h por carretera

Alberto Martínez
Alberto Martínez


El cambio normativo que modifica el límite de velocidad en las vías secundarias de 100 km/h a 90 km/h ya ha entrado en vigor. Te contamos 9 puntos positivos y 9 negativos de la medida que ha llevado a cabo la DGT.

9 puntos positivos de circular a 90km/h

1.- Medida que busca reducir la siniestralidad en carretera

El objetivo principal por el que se lleva a cabo esta medida es reducir la cifra de fallecidos en carretera. En 2018 las pérdidas humanas se cifraron en un total de 1.180 fallecidos, número que la DGT tiene como firme objetivo disminuir. En enero de 2019, el número de muertes en carretera se cifra en 70 personas, el dato más bajo de los últimos cinco años.

2.- Se actúa en las vías que más accidentalidad concentran

Las carreteras secundarias son las vías de la Red Nacional de Carreteras que más accidentes con víctimas mortales concentran. Durante el año 2018, los fallecidos en este tipo de vías fueron 877 personas, el 74,3% del total.

3.- A menos velocidad, más atención a lo que sucede en la carretera

Tal y como dicta uno de los vídeos divulgativos de la DGT, el efecto túnel es consecuencia directa de la velocidad. Cuanto más rápido se circula, menos rango de visión periférica se tiene, y por ello, la atención acerca de lo que pasa en los alrededores de la carretera se ve dificultada.

4.- Un límite que se asemeja al del resto de países de nuestro entorno

Los 90 km/h de límite de velocidad en las carreteras secundarias es una cifra común en los países de nuestro entorno. Se busca por parte de la DGT una convergencia con el resto de Europa en este ámbito. En países como Francia, por ejemplo, acaban de reducir la velocidad máxima de 90 a 80 km/h.

5.- A menos velocidad, menos distancia de frenado

Las carreteras secundarias surcan muchas veces parajes naturales y zonas de escasa urbanización. Problemas como los desprendimientos o la presencia y el cruce de animales salvajes, son realidades que se pueden dar perfectamente. La reducción a 90 km/h del límite de velocidad hace que el conductor pueda reaccionar antes (tiempo de reacción menor), y también, llegado el caso, detener el vehículo en un menor espacio.

6.- La DGT apuesta por la seguridad vial

La Dirección General de Tráfico tiene como su principal objetivo reducir la siniestralidad vial y cumplir el objetivo establecido en la Estrategia de Seguridad Vial 2011-2020 de bajar de 37 la tasa de fallecidos en accidente de tráfico por millón de habitantes. En 2017 la tasa fue de 39, cifra que Pere Navarro y los suyos quieren bajar gracias a las medidas en materia de seguridad vial que buscan implantar en las carreteras españolas.

7.- Velocidades más homogéneas para los diferentes tipos de vehículos

Con los nuevos límites de velocidad, se hace más homogénea la velocidad de circulación permitida para los distintos tipos de vehículos. Tal y como describe la DGT, ciertos estudios destacan que esta realidad ayuda a que la fluidez de la vía sea mejor, y por ello, que la posibilidad de que sucedan accidentes es menor.

8.- Menor desgaste de todos los elementos mecánicos del vehículo

Al ir más despacio, el vehículo sufre menos en el apartado mecánico. Además, y aunque sea poco representativo, el consumo medio del vehículo bajará, ya que tanto la exigencia al motor como la resistencia aerodinámica serán más bajas.

9.- La velocidad a la entrada de las poblaciones será menor

Muchas de las vías secundarias atraviesan núcleos de población. Pese a que el límite de velocidad en estas zonas es de 50 km/h, la realidad es algo diferente. Las poblaciones con este tipo de urbanismo son localizaciones típicas de los controles de velocidad de la Guardia Civil, y los datos de denuncias por exceso de velocidad confirman el justo respeto de este límite. Con la reducción de velocidad máxima genérica, también existirá una bajada en la velocidad media en la que los vehículos circulan cuando pasan por zonas urbanas.

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…y 9 puntos negativos

1.- Una medida que, por el momento, es aislada

La medida de reducir el límite a 90 km/h vino anunciada junto a otras, como el endurecimiento del castigo por el uso del teléfono móvil al volante. Por el momento sólo se ha puesto en marcha la primera. Para lograr el objetivo que la DGT se ha impuesto en materia de seguridad vial, parece necesaria también la ejecución de las otras medidas que ya se han comunicado.

2.- Conlleva un coste económico

El cambio de las señales de 100 a 90 ha tenido un coste total aproximado de 526.000 € (sin IVA). Este gasto se ejecuta en el cambio de unas señales que quedan en desuso no por un desgaste o rotura, sino por una decisión institucional. Quedan, por tanto, anticuadas prematuramente un total de 2.719 señales de límite de 100 perfectamente útiles, y que no se ha precisado si tendrán o no una segunda colocación.

3.- No deja tiempo de transición

Pese a que el anuncio del cambio del límite de velocidad se dio de manera oficial a finales de 2018, la modificación efectiva se ha dado de un día para otro. La DGT no ha dejado margen de adaptación a los usuarios de este tipo de vías para que se acostumbren a los nuevos límites de velocidad.

4.- Carreteras secundarias. No todas son iguales

El cambio se ha dado en todas las carreteras secundarias de la Red de Carreteras a nivel nacional independientemente de sus características específicas. Así, y pese a que el tipo de vía según la legislación sea el mismo, parece poco equiparable una carretera sinuosa del norte con otra que surca las grandes planicies castellanas.

5.- Las vías convencionales precisan de mucho más

Las carreteras convencionales pecan de falta de atención en diferentes ámbitos. Los baches, la suciedad en las zonas de curva o los guardarraíles en mal estado, son realidades palpables. Es por esto que la reducción del límite de velocidad no es lo único que se debe de llevar a cabo en ellas.

6.- Un cambio normativo impopular

La modificación del límite de velocidad está dando que hablar en la palestra pública, y el sentir general parece no entender del todo esta medida en pro de la seguridad vial. Los conductores españoles ponen en entredicho la efectividad de una medida que, a su parecer, queda enmascarada por lo que es la realidad de una circulación que en muchos casos es mayor a la velocidad límite.

7.- El tiempo del trayecto aumenta

Al tener que ir más despacio, 90 km/h, el tiempo necesario para recorrer la misma distancia será mayor. La bajada de los límites es del 10 %, porcentaje similar al aumento de tiempo que supone el recorrer la distancia entre el punto A y B.

8.- Los guardarraíles, a 90 km/h siguen siendo un elemento peligroso a dos ruedas

El accidente más recurrente en las carreteras secundarias es el ocasionado por la salida de la vía –un 40% del total-. Tanto a 90 km/h como a 100 km/h, los guardarraíles siguen siendo elementos de seguridad de doble filo, y los usuarios de vehículos de dos ruedas tienen que seguir extremando las precauciones ante las posibles consecuencias en caso de caída.

9.- No soluciona la falta de convivencia con los ciclistas

La reducción del límite deja problemas que siguen sin resolverse. Por ejemplo, la convivencia con los ciclistas, y la tan sonada distancia de 1,5 metros en caso de adelantamiento. Es una realidad que la DGT tendrá que seguir trabajando independientemente de que los vehículos circulen a 90 km/h o a 100 km/h.