La séptima generación del Volkswagen Golf se puso a la venta a mediados de 2013, y recibió su último restyling en el año 2017. Se trata de un compacto con una gama compuesta por tres carrocerías: una de tres puertas de 4,25 metros; otra de cinco con idéntica longitud; y un práctico familiar denominado Variant de 4,58 metros. Además, existen otras dos variantes: un monovolumen de 4,35 metros de largo conocido como Sportsvan; y una versión con estética de todocamino basada en la carrocería familiar y denominada Alltrack.
De esta forma, el Golf compite dentro de su segmento con modelos como el Renault Mégane, el Seat León, el Opel Astra, el Hyundai i30, el Ford Focus, el Peugeot 308, el Mazda 3, el Toyota Auris o el Honda Civic.
La gama es muy completa, con hasta siete niveles de equipamiento diferentes, que se ordenan de la siguiente manera: Edition, Ready2Go, Advance, Sport, GTD, GTI y R; los dos últimos corresponden a las variantes más potentes y deportivas.
Desde el acabado más básico, el equipamiento de serie está compuesto por llantas de 15″, Bluetooth, climatizador, mandos en el volante o detector de fatiga. El Golf puede contar con una extensa cantidad de ayudas a la conducción, como control de crucero adaptativo, alerta por cambio involuntario de carril, instrumentación digital, o detección de objetos en el ángulo muerto de los retrovisores.
Así es el Volkswagen Golf por dentro
En lo que respecta al interior, el VW Golf es de los mejores en cuanto a espacio para las piernas y está en la media en lo referente a la altura disponible en la parte posterior. Si hablamos del maletero, en el caso del cinco puertas ofrece una capacidad de 380 litros, lo que le sitúa entre los mejores.
Si necesitas más capacidad para el equipaje, lo mejor es que optes por la variante familiar Variant, donde el volumen del maletero aumenta hasta los 605 litros, el mejor entre los familiares compactos. Además, la boca de carga está más cerca del suelo, algo que facilita la introducción del equipaje.
La calidad general es buena gracias al uso de materiales agradables al tacto, además de que los mandos transmiten solidez.
Así es su gama de motores
La oferta mecánica del VW Golf es muy amplia, ya que la marca alemana ofrece cinco motores gasolina y tres diésel. De esta forma, los primeros son un 1.0 turbo de 110 CV, un 1.4 turbo de 125 CV, un 1.5 turbo de 150 CV y un 2.0 turbo de 230 y 310 CV –exclusivo de las variantes más deportivas conocidas como GTI y R, respectivamente–. En lo referente a los diésel, la oferta gira en torno a dos bloques. El primero es el conocido 1.6 TDI con 115 CV; el segundo es un 2.0 TDI con 150 ó 184 CV –este último únicamente asociado al acabado GTD–.
Además, existen tres variantes de enfoque más ecológico: un híbrido denominado GTE, una versión puramente eléctrica e-Golf y otra de gas conocida como TGI.
Más sobre el Volkswagen Golf
La caja de cambios de serie es siempre manual de seis velocidades; excepto en el 1.6 TDI de 115 CV, donde es manual de cinco marchas, y en la variante R con el motor 2.0 TSI de 310 CV, que lleva obligatoriamente una caja de cambio automática de siete velocidades. Esta última se puede asociar a cualquier motor de manera opcional.
La tracción es siempre a las ruedas delanteras menos en el Golf R, que lleva de serie tracción total. Este tipo de tracción, denominada 4Motion, también la incluye de serie la variante Alltrack.
En el caso del GTE, la tracción es a las ruedas delanteras y el cambio automático tiene seis relaciones.
Volkswagen Golf: así va en marcha
En general, el VW Golf es un coche que cumple con buena nota en el apartado dinámico, ya que resulta aplomado en autopista y eficaz en carreteras sinuosas, con reaccionas siempre seguras.
Lo más recomendable es que te decantes por cualquiera de las dos variantes con 150 CV… en función del número de kilómetros que recorras al año. De esta forma, siempre que hagas menos de 20.000 km, es más aconsejable la variante de gasolina. En caso contrario, el diésel resulta más adecuado. Cualquiera de los dos ofrecen prestaciones más que de sobra, un funcionamiento refinado y el consumo en ningún caso se dispara; en el 1.5 turbo no es complicado moverse en los 7,0 litros/100 km de media, y en el 1.6 diésel, el gasto medio ronda los 5,5 litros.
En cualquier caso, si tu presupuesto es justo, el 1.0 TSI cumple de sobra en la mayoría de situaciones y los gastos relacionados con el uso bajan respecto del 1.5 TSI.
- Lo mejor: Calidad general, gama de motores amplia y competente.
- Lo peor: Algunas opciones son caras, estética sobria.
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