El 10,9% de los conductores españoles es agresivo al volante

La Fundación Línea Directa ha elaborado un estudio que relaciona, por primera vez, la agresividad al volante con el número de accidentes de tráfico y los resultados... dan miedo. ¿Un ejemplo? Mantener actitudes chulescas al volante incrementa ¡por 30! el riesgo de sufrir un siniestro con heridos graves.


La agresividad al volante es un mal de sobra conocido: un 15% de los conductores reconoce haber sufrido una situación de riesgo debido a ella, mientras que un 5% admite haber verse involucrado en un accidente. Pero que levante la mano aquel conductor que nunca haya resultado contrariado mientras conduce. Lo que no resulta tan accesible al gran público es conocer la incidencia directa de esta agresividad respecto a la siniestralidad vial. Pero la Fundación Línea Directa acaba de presentar un informe que relaciona ambos conceptos.

Para ello, ha realizado una encuesta a 1.700 conductores de toda España -en la que se han realizado varias preguntas para graduar la agresividad de la respuesta de cada conductor- y, posteriormente, han relacionando los datos con los 26.349.150 conductores que existen en nuestro país y, sobre todo, con los 464. 322 accidentes con víctimas (heridos leves, graves y víctimas mortales). ¿Los resultados? Hasta el 10,9% -2,8 millones- de los conductores en España se consideran ´altamente agresivos´ y de ellos, 294.000 han confesado verse implicados en accidentes con víctimas. Pero lo que es peor, de ellos, 105.000 -el equivalente al 0,4% del total de automovilistas- reconocen haber sido culpables de un siniestro con víctimas.

La agresividad al volante, además de por la genética -que explica el 50% de cualquier conducta agresiva- o el género -los hombres resultan más violentos, puede venir dada por sentimientos o circunstancias de frustración, estrés, imitación -los famosos ´piques´ entre conductores-, reciprocidad -cuando devolvemos una mala acción al conductor que la ha realizado- o refuerzo cuando son los propios ocupantes del vehículo quienes jalean al conductor. En su encuesta, la Fundación ha recogido las acciones más habituales que pueden considerarse como conductas agresivas: proferir insultos -algo que reconoce haber hecho en alguna ocasión el 19,5% de los conductores; el 74% del total de aquellos en nuestro país-, mirar con desprecio -16,9 millones; el 64%-, gritar -13,2 millones; el 50%- o ´sacar el dedo´, una conducta que han seguido el 46% de los conductores españoles -12,1millones- alguna vez. Sin embargo, también son demasiado comunes acciones mucho más directas, como adelantar bruscamente a otro vehículo -6,9 millones; el 26% del total de conductores- o retar a otro conductor a salir del vehículo -3,2 millones; el 13%-.

agresividad al volante

Así, el estudio de la Fundación también desvela que una conducta agresiva al volante, multiplica 8,5 veces el riesgo de sufrir un accidente grave, por 10 las posibilidades de sufrir un accidente con víctimas y hasta por 30 el de verse involucrado en un siniestro con heridos graves.

A partir del estudio de los accidentes acontecidos, y en términos absolutos, el estudio estima que de los 294.174 conductores altamente agresivos en España, 31.046 se vieron implicados en 28.617 accidentes con víctimas sólo en 2016 -último año tomado para la muestra-. Esto es, los automovilistas agresivos se relacionan con el 17% del total de siniestros con víctimas de distinta gravedad.

Perfil y mapa de la agresividad al volante

El informe de la Fundación desvela además el perfil más común de conductor agresivo en nuestro país. Se trata de un varón -el 72% de estos conductores son del género masculino- con una media de 32 años de edad y con pareja, con estudios medios -Bachillerato y FP- y que conduce más por ciudad que por vías interurbanas. Asimismo, pierde más puntos del carnet que la media de conductores. ¿Y contra quien descarga más su agresividad? Contra mujeres y conductores novatos, algo que Francisco Valencia, director Corporativo de Línea Directa, achaca a que «en el imaginario colectivo, [estos colectivos] pueden parecer menos expertos».

En cuanto a la presencia de estos conductores en las distintas comunidades autónomas, existen pocas desviaciones sobre la media – sólo el 35% de los conductores encuestados se considera agresivo al volante-. Los riojanos y los murcianos se consideran los automovilistas con más ´genio´, mientras que los gallegos y extremeños son aquellos que se consideran más pacientes. Curiosamente, y cuando se pregunta al conjunto de conductores cuáles son los más agresivos por comunidad, el 51% nombra a los madrileños, mientras que el 12% cita a los catalanes.

mapa de la agresividad al volante

Las causas y circunstancias de la conducción agresiva

El estudio de la Fundación Línea Directa ahonda en la perspectiva sociológica de la agresividad al volante. Así, y ante la pregunta de por qué somos agresivos, el 20% de los conductores cita como causa el estrés del día, el 15% echa la culpa a los demás conductores y el 12%, a los atascos. Sin embargo, hasta un 41% indica que el anonimato anima a ser agresivo mientras conducimos, un 27% cita la sensación de dominio y el 8%, la del egoísmo -por ej., no dejar pasar a otro conductor en una incorporación-.

En cuanto a las circunstancias en las que se produce este tipo de conducción, el 52% de los conductores cree que tiene lugar mayoritariamente en ciudad; un 18%, cuando se circula de camino al trabajo; un 11%, en los atascos; y sólo un 8%, que sucede en los periodos de ocio vacacional. Asimismo, también resulta determinante la influencia de los acompañantes. Lo es para bien: el 62% estima que circular con hijos disminuye la agresividad, frente al 37% que cree que esta disminuye si circulamos con nuestro cónyuge o el 34% que estima que desciende si lo hacemos con compañeros de trabajo o gente conocida. Pero también para mal. Y es que el 57% de los encuestados cree que la agresividad aumenta cuando conducimos acompañados de amigos y el 42% estima que lo hace cuando conducimos sólos.

Por último, y a la hora de adoptar medidas para disminuir la agresividad en la conducción, más de la mitad de los encuestados -el 56%- apuesta por la retirada de puntos, incluso sin una infracción concreta. A continuación, el 46% de los conductores preguntados al respecto optaría por una mayor formación en las autoescuelas, seguido del 41%, que vería correcto la inmovilización de los vehículos de los conductores agresivas, el 40% que recomendaría la obligatoriedad de mantener charlas con las víctimas de accidentes, el 38% que se muestra partidario de sancionar económicamente los insultos o el uso incorrecto del cláxon, y el 36% que aboga por terapias de descenso de la agresividad.

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