Un lema… ‘Personalidad y emoción’. Son los dos aspectos que marcan un buen diseño.
Un diseñador… Cuando empecé, me apasionaba Giugiaro porque logró adaptar el estilo clásico italiano a tiempos más modernos y diseñó algunos de los Maserati más bonitos, además del Fiat Panda, el VW Golf… Hoy, admiro a Walter da Silva por su trabajo en Audi-VW.
Tu secreto como diseñador…Dibujar un coche es como hacer un puzzle. Antes de comenzar con el diseño, nos reunimos con mucha gente para comprender lo que es posible y lo que no y, por supuesto, escucho lo que quiere Ford. Además, es importante sorprender.
Tus Ford preferidos… Me encantan el Mustang… y el Kuga.

Este último todo camino me parece muy distinto al resto de coches… y cada vez que lo conduzco descubro nuevos detalles.
El prototipo Ford Evos se inspira en… los súper deportivos de Maserati, Aston Martin, Ferrari, Lamborghini. También en automóviles del pasado: los de Giugiaro, el Nissan Maxima Augusta, el Maserati Ghibli, el Ferrari Daytona…
¿Hasta qué punto es decisivo el diseño de un modelo? Es la clave para iniciar el proceso de compra. Todo empieza cuando ves el coche en una revista, por la calle… y te interesas en él. Lo mismo ocurre en el momento de encontrar pareja: cuando conoces a alguien, lo primero es ‘que te entre por los ojos’. No obstante, según te haces mayor, tienes en cuenta otras cosas. No puedes diseñar un vehículo sólo para que sea bonito; la calidad también se está convirtiendo en un factor determinante y el reto para un diseñador es transmitirla con sus formas, materiales…
Qué marca la diferencia entre un coche bonito y uno feo… Lo mismo que en el cuerpo humano. ¿Qué tienen las esculturas de Miguel Ángel o o los dibujos de Leonardo Da Vinci? Proporciones clásicas.
¿Qué tienen los todo camino? Aportan seguridad ‘percibida’; por ej., cuando estuve en EE.UU. observé que había muchas mujeres bajitas al volante de grandes todo camino porque en ellos se sienten seguras.
¿Cuál será la próxima moda en coches? Personalizar su interior al máximo, simplificando su diseño exterior. También, combinar diferentes tipos de vehículos: coger las sensaciones de un coupé y ofrecerlas en un familiar…
Imagínate un vehículo de 2050… ¡Ojalá pudiera! Creo que tendrá cuatro ruedas… ¡y no volará! Será un gran año en lo que respecta al diseño -risas-. Ahora, en serio, los motores eléctricos cambiarán el diseño de los coches: al reducir su tamaño, permitirán crear automóviles con un capó menos prominente, ruedas más llamativas, ventanas de plástico moldeado en formas imposibles ocupando gran parte del exterior.
Tu modelo preferido… El Citroën DS19, combinaba un diseño bonito e inédito. Fue como pasar de un avión de hélice a un reactor.
…y del que te sientes más orgulloso…En Ford, del S-Max. Y en Audi, del A8, el primer modelo de la marca diseñado para competir contra Mercedes y BMW.
![]() En privado… Un deporte… Nadar y navegar. Manías al volante… Uso demasiado las marchas -no me gustan los automáticos-. Además, al volante me siento muy bajo y retrasado… -¡se ve que creo ser Senna o Schumacher!- y suelo frenar muy tarde -risas-. Prefieres conducir o que te conduzcan... Me gusta conducir; curiosamente, me encanta diseñar los coches con el asiento del conductor en rojo y, según parece, eso significa que te gusta ser el piloto. Multas… Me han puesto algunas por exceso de velocidad; por fortuna, nada importante. Además, tengo la suerte de vivir en Alemania y, allí, para correr ya tenemos el circuito de Nürburgring. ¿Sabías que…? Chris Bird es uno de los referentes mundiales del diseño: fue el creador del Ford Focus y el Mondeo, y de generaciones pasadas del Audi A8, del A4 Avant, A3 y A2… Un éxito que no le ha hecho perder la humildad que siempre le ha caracterizado. «Para conseguir grandes éxitos, hay que comenzar con pequeños logros. Mi primer ‘gran’ trabajo para Audi, en 1984, cuando sólo tenía 30 años, fue diseñar la bola de remolque del Audi 80. Les gustó tanto que me pusieron al frente del diseño de la marca, desde donde pude crear sus modelos más emblemáticos de los años 90″, explica. Ahora, a sus 56 años, este británico está centrado en los actuales y futuros Ford, cuyo departamento europeo de diseño dirige desde 1999. «¿El mejor lugar para inspirarme? En Europa, en el coche, mientras escucho música jazz y, en EE.UU.-, en el coche… mientras tomo un café; llevar un vehículo automático te permite hacerlo», dice entre risas a la vez que recuerda que continúa aprendiendo de todos los que le rodean: «la forma de ver un coche de un veinteañero no tiene nada que ver con la de un conductor de 50 años… y en satisfacer a ambos está parte del éxito». |