Te pierdes
En España, es complicado que te pierdas con un todoterreno, ya que existen numerosas indicaciones y siempre hay cerca alguien a quien preguntar. En caso extremo, podemos recurrir al teléfono móvil. Sin embargo, en lugares deshabitados, podemos sufrir una avería en nuestro GPS, quedarnos sin cobertura, etc. Cómo actuar: Aunque la tecnología de navegación y comunicaciones es de gran ayuda, conviene llevar siempre un respaldo «analógico», con brújula tradicional y cartografía en papel -nunca se quedan sin batería ni pierden cobertura-. Además, unas nociones básicas, para aprender a orientarse por el sol y las estrellas nunca vienen mal. Se te pincha una rueda Se trata de una de las incidencias más habituales. Tener una rueda de repuesto idéntica a la original -al menos dos si realizas una larga ruta fuera de España- resulta crucial. Comprobar, además, que somos capaces de montarla y desmontarla antes de nuestra partida nunca está de más. Cómo actuar: En los casos en que sea posible la localización y reparación del pinchazo en ruta, te recomendamos que intentes arreglarla con un kit de reparación. Te atascas en la nieve La nieve es muy traicionera, ya que no te deja ver lo que hay debajo. En unos pocos metros, el grosor del manto blanco puede aumentar hasta dejarte atascado. Cómo actuar. Intenta volver sobre tus pasos. Si subías un puerto de montaña, es posible que puedas salir marcha atrás con la ayuda de la fuerza de gravedad, tus propias roderas y un pequeño empujón. Si las ruedas patinan, no insistas; retira la nieve que lo impide con algo que haga las veces de pala. Desllantas La falta de presión o algo que haga palanca con el flanco del neumático en una curva pueden sacarlo de la llanta. Cómo actuar: Una palanca te ayudará a recolocar el neumático. Si no la tienes, prueba a buscar un punto de apoyo y utiliza el gato de tu vehículo. También puedes rociar el interior con un líquido inflamable y detonarlo. |
Te quedas atascado en el barro
![]() Superar un camino embarrado es una de las mayores satisfacciones que podemos encontrar durante la conducción off-road, pero el grado de satisfacción es directamente proporcional al riesgo de quedarnos inmovilizados en el lodo. Cómo actuar: Cuando ya estés atascado, deja de acelerar. Solo conseguirás hundir más tu vehículo. Si tienes un cabrestante o una eslinga y un vehículo con el que tirar, es el momento de hacerlo. En caso contrario, deberás buscar piedras, ramas y otros materiales que te permitan crear una superficie justo delante y debajo de tus ruedas sobre las que estas puedan traccionar. Una vez que el vehículo comience a moverse, no dejes de acelerar. Problemas burocáticos y aduaneros Hay un buen número de países de los que son considerados auténticos paraísos de la práctica del 4×4, en los que, desgraciadamente, la corrupción está institucionalizada, de manera que los funcionarios de turno pueden intentar chantajearnos y sacarnos algo de dinero a cambio de no retenernos o requisarnos parte de nuestro equipo -sobre todo, dispositivos electrónicos-. Cómo actuar: Ante todo, hay que mostrarse tranquilo; si damos la sensación de tener prisa, estamos perdidos. Mostrarse colaborador y amable, aunque sin pasarse, y no aceptar el pago de la «mordida», por lo menos a las primeras de cambio. Conviene dar la sensación a los funcionarios de que no captamos sus «sugerencias», pero nunca enfrentarnos a ellos. Es importante no llevar mucho dinero en efectivo. Es mejor llevar cheques de viaje y tarjetas de crédito, porque acreditan nuestra solvencia, a la vez que nuestro dinero no es utilizable por ellos. Por último, es recomendable evitar llevar materiales «prohibidos» en esos países como pornografía, propaganda política o religiosa, dispositivos electrónicos, alcohol, etc. Una completa información acerca de los usos y costumbres del país al que nos acercamos es de gran utilidad, pero lo que más nos ayudará es la experiencia adquirida en viajes previos. A título informativo, las repúblicas ex soviéticas y los países del África subsahariana son bastante corruptos, mientras que en los países musulmanes, la Policía y el Ejército son bastante «de fiar». Se te rompe el parabrisas Un chinazo o un vuelco pueden hacer que el parabrisas de tu coche se resquebraje y no te quede más remedio que retirarlo por completo. Circular sin parabrisas es una experiencia más que molesta, casi insufrible por el zumbido que se produce en el habitáculo y por el hecho de que te vas «tragando» todo lo que haya a tu paso; imagínate esas tardes de verano cuando está cayendo el sol y pasas por una zona en la que hay mosquitos- Cómo actuar: Para llegar a nuestro destino o al taller más cercano hay un truco que funciona muy bien: coloca un poco de cinta atravesada horizontalmente hacia la mitad del parabrisas, o mejor una cuadrícula -si no tienes cinta a mano, también puede servir una eslinga-. No es la panacea, pero es sorprendente cómo reduce la cantidad de aire que entra en el habitáculo. Es importante, no obstante, que todas las ventanillas del coche estén cerradas. Te quedas sin combustible Con una mínima previsión, salvo avería en el depósito o en el dispositivo de indicación del nivel de combustible- es complicado quedarse sin gota de combustible. Si esto te ocurre cerca de una zona habitada, te podrás desplazar hasta una gasolinera. Si vas acompañado de otro vehículo, no hay mayor problema. Si te quedas sin combustible en un viaje por una zona deshabitada, la cuestión se complica; sobre todo si no vas acompañado. Cómo actuar: Si tu coche se queda sin combustible en medio del desierto, por ejemplo, y no vas acompañado de otro coche, tienes dos opciones: esperar a que pase alguien o, si lo tienes claro, acercarte a una carretera donde haya más tránsito para solicitar ayuda. Como lo habitual y razonable es hacer este tipo de rutas acompañado, la cuestión se saldará haciendo un trasvase de un vehículo a otro. Aunque a la hora de planificar una ruta, el consumos de combustible es una de las cuestiones más importantes a tener en cuenta y conviene hacer cálculos muy conservadores -por ejemplo, en dunas, el consumo puede hasta triplicarse respecto al normal por pistas- para mantener siempre una reserva de seguridad. Del mismo modo, hay que llevar los recorridos lo más estudiados posible y evitar las sorpresas, al tiempo que hay que prever los puntos de abastecimiento en el recorrido. |
Tienes una avería
![]() Por mucho que revises el vehículo antes de una ruta, nadie está exento de sufrir un problema mecánico. Cómo actuar: Lleva siempre una caja de herramientas completa y, si vas a viajar al extranjero, es recomendable que además dispongas de recambios como correas, bujías, juntas… También deberás contar con cinta americana, cinta aislante, cable, alambre, cinchas, pegamento, linterna, pilas y un spray engrasador tipo «3 en 1». Con todo ello puedes hacer «milagros». Te quedas enganchado en la arena La conducción sobre arena es muy divertida, pero quedar atrapados en una hoya de fino polvo te puede sumir en un profundo abatimiento y, si estamos circulando por el desierto, la tarea de rescate se ve complicada por las elevadas temperaturas. Cómo actuar: Para circular sobre arena es recomendable bajar las presiones para aumentar la superfice de contacto del neumático con el firme y, por consiguiente, la tracción. Si aún así nos quedamos atascados, la mejor forma de sacar el coche es la técnica del tirón. Si no es posible hacerlo así, podemos recurrir al cabrestante, si hay un punto donde anclar el cable. Si no, habrá que colocar las planchas y retirar la arena de debajo del coche con una pala, al tiempo que podemos rebajar más las presiones para intentar aumentar la tracción de los neumáticos. Experimentas problemas fisiológicos Una buena forma física y, sobre todo, un buen estado de salud son imprescindibles para disfrutar de una ruta. Cómo actuar: Lleva siempre suficiente agua para evitar la deshidratación. Calcula que un adulto varón de peso medio necesita 3,0 litros diarios, cantidad que se reduce a 2,2 en las mujeres. Obviamente, el calor y el ejercicio físico incrementan esta necesidad de agua, por lo que en climas extremos o en altitud -respiramos más deprisa- llegaremos a necesitar el doble. Aparte de agua, no te olvides de un botiquín y un manual de primeros auxilios. Anochece en tu ruta Una ruta nocturna puede ser una apasionante experiencia, pero si no estamos preparados, puede entrañar graves riesgos. Cómo actuar: La iluminación adicional es de gran ayuda, pero ten en cuenta que, si circulas por un camino público, debe estar legalizada. Los montículos, vadenes, pequeñas piedras, etc. dejan espacios sin iluminar tras ellos que pueden esconder agujeros, piedras cortantes y otras trampas. Como norma, piensa a qué velocidad te sientes seguro y réstale un 30% más. |
Te pillan circulando en un área prohibida
![]() La normativa que regula la circulación de vehículos a motor en el medio natural es muy diferente en función de cada Comunidad Autónoma. Desde la híper restrictiva legislación que impera en Madrid a otras más permisivas como puede ser la de Castilla-La Mancha. En cualquier caso, siempre debes observar una actitud escrupulosa al circular por el campo; mantén velocidades moderadas, vigila el nivel de ruido, no dejes residuos, lleva una iluminación no agresiva y, por supuesto, limítate a los caminos trazados, sin salirte nunca de ellos. Una vulneración de la normativa en cuestión puede ocasionarnos una sanción de hasta 6.000 euros, por parte de las fuerzas de Seguridad competentes o los agentes forestales. Cómo evitarlo: Es imprescindible informarse antes de salir de ruta. Leerse la legislación al respecto es una tarea bastante ardua, así que puedes contactar con la Asociación de Usuarios de Todoterreno -www.autt.es- o con algún club de la zona por la que queramos circular y pedir consejo o, directamente, apuntarte a alguna de las actividades que organizan. Te quedas sin batería Vas a arrancar y… ¡sorpresa! Cómo actuar: Un sistema de doble batería con aislador de carga evitará que te suceda esto. Si no dispones de él, tendrás que asegurarte, al menos, de que tu batería se encuentra en perfecto estado antes de salir de ruta. Una vez que ha ocurrido, lo más práctico es arrancar con la ayuda de otro vehículo, que nos proporcionará electricidad con su motor arrancado, para aumentar el rendimiento y evitar descargar la batería donante. Si esto no es posible, puedes recurrir a un arrancador externo, que no es sino una pequeña batería con una alta capacidad de carga y descarga. Tu coche vuelca El sentido común y la prudencia deberían ser suficientes para evitar poner tu 4×4 «patas arriba», pero puede ser que en una maniobra trialera sobrepases los límites de la física -en estas situaciones, la labor de un copiloto que te dirija desde el exterior y, en su caso, ayudarte de eslingas o cabrestante para asegurar el vehículo, son vitales- y te veas de repente boca abajo. Cómo actuar: Lo primero es apagar el motor y mantener la calma. Tranquiliza al resto de los ocupantes, si los hay. No te precipites al quitarte el cinturón -por supuesto, todos los ocupantes lo deben llevar puesto-, ya que caerás sobre el suelo -techo- del vehículo, con el consiguiente riesgo de producirte lesiones en el cuello. Además, es casi seguro que habrá cristales, por lo que tampoco hay que apoyar las manos a la ligera. Tras salir del vehículo, con mucho cuidado y con ayuda exterior, y comprobar que no hay lesiones graves, llega el momento de enderezar el coche. Para ello es preferible utilizar el otro vehículo con cabrestante, que permite tirar de forma muy suave. Una vez que está en pie, hay que dejarlo reposar y verificar los niveles de los líquidos, sobre todo del aceite, para comprobar que no haya llegado al interior de los cilindros. Si todo está en orden, podremos continuar. Te quedas en un vadeo Como norma general, siempre que puedas, debes evitar realizar un vadeo. Aparte de las restricciones que impone la legislación medioambiental y el riesgo de que una corriente de agua termine arrastrando tu coche, el agua no le sienta nada bien a la mayoría de elementos mecánicos y eléctricos de tu todoterreno. Si entra en el motor, puede producir rotura de bielas u oxidaciones en los elementos mecánicos y, si entra en contacto con los líquidos lubricantes, hará que estos pierdan sus propiedades y se terminen produciendo gripajes. Cómo actuar: Si tu vehículo ha quedado inmovilizado en el agua, lo primero que tienes que intentar es rescatarlo remolcándolo con otro vehículo o con el cabrestante. Si esto no es posible, piensa en ponerte a salvo fuera del agua para buscar ayuda y, si no puedes llegar a la orilla, intenta salir del vehículo y colócate en el techo. No tendrás que verte en esta tesitura si sigues unas simples medidas de precaución para realizar un vadeo: primero, inspecciona el fondo con la ayuda de un palo y evalúa la situación -caudal, velocidad del agua, horas que quedan de luz–. En el agua, mantén una velocidad constante, no muy rápida, y una vez fuera, toca el freno repetidamente para que vuelva a recuperar su tacto. Repostas el combustible equivocado El camión cisterna ha descargado el gasóleo en la cuba de gasolina o, sencillamente, estás repostando en un país en el que el combustible es de dudosa calidad. Cómo actuar: En el primer caso, no arranques, pide una grúa y lleva el cohe al taller a que drenen el depósito. En el segundo supuesto, es aconsejable que instales un filtro adicional de combustible y que, incluso, suprimas el catalizador y lo reinstales a la vuelta de tu viaje para evitar su deterioro. |
Te pillan con accesorios sin homologar o la ITV caducada
![]() No llevar la ITV al día te puede suponer una multa de 200 euros, te retirarán la ficha técnica del vehículo y deberás pasar la inspección en un plazo de 15 días. Si has instalado algún accesorio que requiera ser incluido en la ficha técnica del vehiculo y no has cumplido con ese trámite, puedes ser sancionado, deberás cumplir con el trámite administrativo en el plazo de 15 días -o devolver el vehículo a su estado original- y, en casos extremos, te pueden inmovilizar tu todoterreno. Cómo evitarlo: En primer lugar, debes cumplir con el calendario de la ITV de forma escrupulosa y, si tienes intención de realizar alguna reforma en el vehículo, déjate asesorar por profesionales -fabricantes, distribuidores, instaladores y empresas de homologación-, que te pueden aportar interesantes ideas, además de llevar el proceso de legalización. Si quieres «ir sobre seguro», puedes recurrir a los accesorios oficiales de la marca, que se debe responsabilizar de que tu coche vaya «legal». |