
Y que lo vivido el pasado año, con un dominio apabullante de Sebastian Vettel, está plenamente superado. En este 2012, ya hay un récord para la historia: Seis ganadores distintos en otras tantas carreras hablan a las claras de que la F1 de esta temporada. Un espectáculo completamente diferente al de antes.
La parte final de lo que vimos en el GP de Mónaco fue una muestra palpable de que la igualdad es un ingrediente fundamental en el menú de la F1 de este año. Si bien en el Principado, muchas alternativas estuvieron propiciadas por las incógnitas derivadas de las estrategias de una sola parada, el trencito encabezado por Webber hasta el final (y por Vettel durante un largo rato) fue seguido por millones de espectadores que contemplaron una muestra de alto nivel deportivo.
Ya en 2011, los neumáticos que ofrecía Pirelli habían dado una buena ayuda al espectáculo. En esta temporada, incluso, han mejorado la propuesta. Desde las primeras carreras del año se vislumbró que las cartas estaban más mezcladas que nunca, y en cada carrera de este 2012 se sigue comprobando. La clave parece estar en que los equipos siguen sin encontrar una puesta a punto estable para sus coches, lo que hace que cuando llegan a cada circuito, sea una historia completamente nueva. Hasta a las escuderías más poderosas les cuesta saber como trabajar durante el fin de semana. Por eso vemos resultados completamente cambiantes e inesperados.
No es de extrañar, entonces, que equipos como Red Bull o McLaren pasen dificultades, o que al menos, alguno de sus pilotos sufra más que el otro en una determinada carrera. Fue el caso de Jenson Button en la Clasificación de Mónaco, al igual que Sebastián Vettel. El actual campeón del mundo, sin embargo, apostó fuerte al comienzo del GP, y de no haber salido el coche de seguridad, podría haber ganado en Montecarlo. Mientras el resto de aspirantes se habían detenido ya en boxes, el alemán siguió en pista y acumuló una ventaja considerable con respecto a Webber. No le fue suficiente para volver a salir delante de todos ellos, pero al menos significó un buen adelanto de posiciones para él, ya que pasó de ser sexto, detrás de Massa, a ser cuarto, inmediatamente delante de Hamilton.
Mientras, Alonso seguía delante de él y terminó la carrera de esa forma. El objetivo principal del español estaba cumplido, y al quedar por delante del hombre de Red Bull en la carrera monegasca, la cabeza del campeonato estaba asegurada. La premisa de ir sumando poco a poco en un año que comenzó complicado, es la piedra fundamental en la cual reside la clave de luchar por el título de este año. Y aunque el F2012 no sea ninguna maravilla, ya ha quedado claro que utilizándolo con inteligencia, puede hacer ganar un campeonato. Con más de la cuarta parte del campeonato ya disputado, las cartas se comienzan a ver con algo de claridad.