Las compañías especializadas RM Auctions y Sotheby’s, organizadoras del evento, obtuvieron cerca de 47 millones de euros con la subasta de un lote compuesto por dos motocicletas y 31 coches clásicos, en la que ha sido la mayor venta de automóviles en Manhattan de los últimos diez años.
La estrella fue sin duda un Ferrari 250 LM de 1964, que alcanzó un precio de 14,3 millones de dólares (unos 10,6 millones de euros al cambio actual); se trata de una cifra de récord absoluto para este modelo en una subasta, pero queda muy lejos aún del exclusivo Ferrari 250 GTO de 1963, por el cual se llegó a pagar, hace apenas un mes y medio, 38 millones de euros, convirtiéndose en el coche más caro de la historia.
Otra de los modelos que se considera una auténtica joya entre los grandes aficionados al motor clásico fue un Talbot-Lago T150-C SS Teardrop Cabriolet de 1938, calificado como uno de los automóviles más bellos de la historia, por el cual se llegó a pagar 7,15 millones de dólares (5,3 millones de euros).
Pero hasta un total de once vehículos registraron récords mundiales de precio para sus modelos, entre los que se encuentran, por ejemplo, un Rolls-Royce Phantom II Continental Sports Coupé de 1933, por 2,42 millones de dólares (1,8 millones de euros); un Mercedes-Benz 300 SL Roadster de 1960, con 1,65 millones de dólares (1,23 millones de euros); o el Auburn Twelve Custom Speedster de 1933, por 1,21 millones de dólares (902.000 millones de euros).
