Los niños de entre 6 y 9 años de edad están expuestos a un riesgo mayor que el resto de grupos de edad cuando viajan como ocupantes de turismos y furgonetas. De hecho, su tasa de fallecidos por millón de habitantes (5,2) es la más alta de todos los grupos de edad.
La explicación a esta mayor exposición al riesgo en estas edades está relacionada con una mayor movilidad y con el hecho de que los padres dejan de utilizar asientos o cojines elevadores demasiado pronto, pasando a utilizar los cinturones de seguridad para adultos, que en el caso de menores de 12 años pueden no quedar correctamente ajustados al cu¡’erpo de los niños, y en consecuencia, reducir su efectividad a la hora de prevenir lesiones.
Estas son algunas de las conclusiones del informe «Asientos elevadores en el automóvil. ¿Hasta cuándo hay que utilizarlos?», que ha presentado Fundación Mapfre con el objetivo de hacer un balance del conocimiento que los padres tienen sobre la necesidad de que sus hijos mayores sigan utilizando sillitas infantiles o asientos elevadores.
Según dicho trabajo, cuando se trata de bebés o cuando los niños son pequeños, la gran mayoría de las familias utiliza siempre sillitas infantiles, que previenen hasta un 90% de todas las lesiones graves o mortales, pero a medida que los niños crecen, muchos padres dejan de utilizar sillitas infantiles adecuadas, bien porque el niño insiste en ello o, más habitualmente, porque se considera más cómodo.
Demasiado pronto
Fundación Mapfre ha realizado un estudio sobre 810 padres y madres con hijos entre 4 y 10 años de edad para conocer el conocimiento básico de las familias sobre seguridad infantil en el automóvil y ha llegado a la conclusión de que el 8 % reconoce que, al menos, esporádicamente, no utiliza ni sillita infantil, ni asiento elevador, ni el cinturón de seguridad para adultos. Esta falta de uso de sistemas de retención es más frecuente en niñas (9,5 %) que en niños (6,9 %), entre quienes pesan más de 36 kilos (36,1 %), y entre quienes tienen 9 o 10 años (25,3 %).
También destaca que un 6 % de los niños cambia su sillita de bebé (grupo 0+) por un asiento elevador (grupo II) sin pasar por el paso intermedio que representan las sillitas infantiles del grupo I, lo que supone un riesgo evitable muy importante. Señala además, que aproximadamente 2 de cada 10 niños cambia su silla infantil del grupo I por un asiento elevador «demasiado tarde», cuando por su peso debería haberlo hecho antes, y que un altísimo porcentaje de los niños pasan a utilizar demasiado pronto el cinturón de seguridad de adultos. En concreto, el 28 % de quienes tienen entre 6 y 8 años y el 38 % de los que tienen entre 9 y 10 años.
Desconocimiento
Uno de cada tres progenitores (el 33,5 %) no sabe cuál es la estatura a partir de la cual la normativa española permite a los niños utilizar el cinturón de seguridad en lugar de las sillitas elevadoras. Cuanto se les pregunta por el peso, únicamente el 35 % de los encuestados declara saber que los niños deben dejar de usar sillitas infantiles cuando superan los 36 kilos de peso y más del 40 % desconoce la edad mínima para poder utilizar el cinturón de seguridad, según la legislación española.
Fundación Mapfre recuerda que es necesario mejorar el conocimiento de los padres y madres sobre la necesidad de que los niños mayores sigan utilizando sillitas infantiles o asientos elevadores hasta que tengan más de 12 años o midan más de 1.35 centímetros, como indica el Reglamento de Circulación, e incluso después de ese momento, hasta que el cinturón de seguridad de adulto quede ajustado con seguridad sobre el cuerpo del menor.