Hace 65 años, un ingeniero austríaco llamado Carlo Abarth fundó una compañía especializada en preparaciones de modelos de Fiat. Su mayor éxito llegó, en 1963, cuando adosó la mítica chapita del escorpión en la parte trasera de un Fiat 500 original. Con 30 CV, el denominado Abarth 595 era sólo un poco más rápido que un 500 ´normal´, pero contaba con una estética musculada, una doble salida de escape agrupada a la derecha –que añadía agresividad a la banda sonora– y era capaz de lograr la suficiente velocidad como para que rodar por una carretera de montaña repleta de horquillas fuera una actividad entretenida. Había nacido una leyenda en miniatura. Y Fiat quedó tan impresionada, que compró Abarth en 1971.
TécnicaApretado al máximo El motor 1.4 T-Jet pasa de 160 a 180 CV gracias, entre otros ajustes relacionados con la electrónica, a la incorporación de un turbo Garrett 1446 que sustituye al IHI de las versiones menos potentes. Debido al aumento de potencia, el equipo de frenos suministrado por Brembo se mejora con la incorporación de unos discos de 305 mm delante y 240 mm detrás, con unas pinzas de cuatro pistones pintadas de color rojo . |
Medio siglo después, la denominación 595 sigue identificando a algunas de las versiones más rápidas y radicales del pequeño Fiat 500 y, para conmemorar la efeméride del nacimiento de aquel ‘cohete de bolsillo’ de los años 60, se fabricará una serie limitada de 299 unidades de este Abarth 595 50 Aniversario, propulsado por el conocido 1.4 T-Jet de 180 CV, visto antes en el 695 Tributo Ferrari de 2010 y en el edición Maserati de 2012.
Basado en el 595 Turismo, esta versión añade la mencionada potenciación de 20 CV del motor, una suspensión endurecida, cuatro salidas de escape de sonido variable, llantas específicas de 17´´ en gris magnesio y unos frenos Brembo más potentes. Este equipamiento, unido a la exclusividad que supone la producción limitada y a una pintura especial de tres capas blanco mate, eleva el precio de los 22.800 euros del Turismo a los 35.950 euros de este 50 Aniversario.
Por dentro, los asientos deportivos en cuero rojo y blanco, así como el grueso volante con las correspondientes inscripciones también sirven para identificarlo. Aquí se prescinde de la tradicional palanca del cambio manual en favor de una transmisión manual robotizada denominada ´MTA Competizione´, lo que supone que encontrarás botones para engranar las marchas y levas para jugar con el cambio. Con todo y, según la marca, estamos ante «el súper deportivo más pequeño del mundo». He de decir que me tranquiliza saber que, a lo largo de 2014 y gracias al extensísimo programa de personalización del preparador italiano, habrá versiones con este motor de 180 CV asociadas al cambio manual.
En la presentación, pudimos probar este modelo en la variante 9 del circuito de Balocco, en el norte de Italia. Se trata de un trazado que combina largas rectas con un par de curvas rápidas y una sección más revirada. Pero no nos engañemos; este Abarth no es un Ford Fiesta ST o un Mini JCW. Los 20 CV extra, los muelles y amortiguadores más rígidos, los frenos más grandes o las nuevas salidas de escape no son suficientes para variar el comportamiento hiperactivo del 595 Turismo… lo cual no me sorprende en absoluto. Todas las emociones de la experiencia de conducción se supeditan a un eje trasero ‘juguetón’ en determinadas circunstancias.
Los caprichos es lo que tienen…
La mayoría del atractivo de esta versión se sostiene sobre dos pilares fundamentales. Lo primero es una estética fantástica, ya que se ha conseguido reinterpretar la agresividad que logró su homónimo de los años 60 con absoluta perfección. Nada parece un apósito puesto al azar, y todos los elementos se combinan de forma cohesionada. Si a esto añades unos buenos asientos, volante y un motor que gruñe con furia, el producto resulta atractivo sin paliativos. Lo segundo es que el comportamiento es suficientemente bueno y las prestaciones son capaces de impresionar, ya que consigue acelerar de 0 a 100 km/h en 6,9 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 225 km/h. En la parte negativa encontramos la falta de respuesta del turbo a bajas revoluciones, la actitud ´perezosa´ del cambio y una escasa autonomía –tiene un depósito de 35 litros–.
Cuando buscas los límites, descubres las ventajas en cuanto a agilidad de un peso que apenas supera la tonelada. Precisamente, el chasis puede ser el elemento que justifique mejor su compra. Ahora bien, si llegase a ser un 70% lo bueno que es el del Ford Fiesta ST, sería prácticamente irresistible. No obstante y, a pesar de unos neumáticos Pirelli más anchos, mejor suspensión y frenos casi de competición, resulta un coche complicado a la hora de sacarle el mayor jugo. Y la comunicación a través de la dirección eléctrica no es la que nos gustaría.
Este Abarth es un modelo de ‘destellos’ y, en la justificación de compra, primarán valores como la exclusividad o apariencia; en este sentido, hay pocos rivales con los que compararlo.
ABARTH 595 50TH |
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Motor |
1.4, 4 cil. en línea; 180 CV a 5.500 rpm; 250 Nm a 3.000 rpm. |
Cambio |
Caja manual robotizada de 5 vel. |
Tracción |
Delantera. |
Prestaciones |
0 a 100 km/h en 6,9 seg. |
vel. máx. |
225 km/h. |
Consumo |
6,5 l/100 km. |
Peso |
1.145 kg. |
Precio |
35.950€. |
Valoración |
***** |
LO MEJOR Y LO PEOR |
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+ Estética muy conseguida, exclusividad,empuje del motor |
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– Brusquedad de la caja de cambio, precio, consumo real alto |