Siempre ganan los 4×4, pero también son numerosos los participantes que se empeñan en competir con un coche de dos ruedas motrices. Si no ganan nunca estos vehículos de tracción a las dos ruedas, ¿por qué sigue habiendo equipos que insisten una y otra vez en apostar por ellos? Imagino que alguna explicación habrá o ¿son simplemente unos locos? ¿Podría ser porque así lo quieren los patrocinadores?
Juan Luis Lizarazu Sánchez (San Sebastián)
No siempre ganan los 4×4. En 1999 y 2000, el vencedor fue Jean-Louis Schlesser, con un buggy de dos ruedas motrices fabricado por él mismo, equipado con motor Renault. Es verdad que con cuatro ruedas motrices se transmite mejor la potencia del motor al suelo y se mejora el comportamiento del vehículo, pero también aumenta el peso del coche, factor que incide negativamente en sus prestaciones. El vehículo idóneo es aquel que se adapta mejor a las diferentes características del terreno; en el caso del Dakar, la arena y las pistas rápidas y pedregosas son mayoría, pero también encontraremos tramos fuera de pista y zonas húmedas. En cualquier caso, a igualdad del resto de factores, los 4×4 son superiores.
Ahora bien; el reglamento compensa a los 4×2 por su inferioridad. Los buggies de dos ruedas motrices pueden tener un peso mínimo inferior, así como utilizar un recorrido de suspensión más grande y sistemas de auto-inflado de los neumáticos. Y no hay que olvidar que el presupuesto destinado al desarrollo de vehículo es menor. Además, conviene recordar que un dos ruedas motrices es técnicamente más barato y, por tanto, con menos dinero se puede llegar más lejos en cuanto a desarrollo se refiere.
Si todo esto lo introducimos en una coctelera y agitamos bien, nos dará como resultado el actual Dakar, en el que los últimos años domina el poderoso equipo Mini, pero tiempo al tiempo, la competencia mejora cada año. Carlos Sainz ha confirmado recientemente que el proyecto del buggy de Red Bull y Catar sigue adelante.
