Según los últimos datos disponibles de la DGT, en 2011 se produjeron 4.526 accidentes en los que se vieron involucrados ciclistas, con el resultado de 4.301 heridos y 49 fallecidos. La mayor parte de los siniestros se produjo en zonas urbanas, mientras que los accidentes mortales tuvieron lugar con mayor proporción en carretera.
Este verano, tanto si eres usuario de automóvil como de bicicleta, tú puedes poner tu granito de arena para reducir estas cifras. Si vas al volante de tu coche, recuerda siempre que el ciclista es frágil y que circula mucho más despacio que tú. Como norma general, trátalo con educación y respeto y recuerda, además, que, si no lo haces, puedes perder 200 euros y cuatro puntos del carné de conducir, ya que esta es la sanción que acarrea adelantar a un ciclista sin dejar al menos 1,5 metros de distancia respecto a tu vehículo, ponerle en peligro o entorpecerle.
Por otro lado, si eres ciclista, también está en tu mano reducir estas tasas de siniestralidad. Para ello, recuerda que debes usar el casco en carretera, aunque nuestra recomendación es que lo emplees también en ciudad. Asimismo, cuando las condiciones de visibilidad sean bajas, has de llevar elementos reflectantes tanto en tu ropa como en tu bicicleta, de forma que seas visible a 150 metros de distancia. No circules en paralelo cuando transites por tramos de baja visibilidad; tampoco deberás hacerlo cuando ello suponga la creación de aglomeraciones de tráfico. Jamás circules por autopista y, si lo haces por autovía, emplea únicamente el arcén. Y, por supuesto, no ingieras bebidas alcohólicas ni tomes estupefacientes. Aunque vayas en bicicleta, puedes ser sometido a un control de alcoholemia al igual que cualquier conductor, y serás sancionado si superas los 0,25 mg/litro de aire.