Sea como sea, si se mantiene la estabilidad actual, el Gobierno no tendría motivos para mantener esta limitación, por lo que el 1 de julio, primer día de vacaciones para muchos, nuestras autopistas y autovías volverán a lucir los 120 km/h de velocidad máxima en sus señales verticales. No obstante, el Ejecutivo no ve esta marcha atrás como una rendición, ya que el propio Sebastián ha asegurado que gracias a esta medida se ha -ahorrado mucho-, aunque sin hablar de cifras concretas. Pero, ¿cuánta culpa tiene esta medida en la reducción del gasto y cuánta los altos precios de los combustibles? Al menos conviene reflexionar acerca de esta cuestión, ya que gran parte de la reducción en el consumo de gasolina se ha debido a los altos precios -la gente ha cogido menos el coche- y no tanto a reducir el límite en 10 km/h.
Aunque la noticia es positiva, al menos en lo que a declaración de intenciones se refiere, todavía no podemos vender la piel del oso. Tendremos que esperar a conocer la evolución de los precios del crudo, pero todo parece indicar que la decisión para volver a la -normalidad- ya está tomada.