No todo iban a ser malas noticias en relación con el coronavirus, y es que la situación excepcional que nos toca vivir por la irrupción del virus COVID-19 también ha dejado aspectos positivos a destacar. Ya te hemos hablado de que el anterior mes de marzo ha sido el periodo en el que menos accidentes se han registrado desde que se toman los datos. A esto se suma el drástico descenso de los niveles de contaminación en todas las ciudades españolas.
Desde que se estableciera el estado de alarma, el cual limitó el movimiento a casos especiales como la adquisición de alimentos o productos de primera necesidad y que ahora ha limitado la actividad laboral a servicios esenciales, la reducción de emisiones se ha dejado notar.
Así, desde que se comenzara a respetar el confinamiento en casa se ha observado una llamativa reducción de dióxido de nitrógeno (NO2) en las principales ciudades españolas. Barcelona, con un descenso del 83% ha sido la ciudad que mayor caída ha registrado, seguida de Castellón (76%), Madrid (73%), Alicante (68%), Bilbao(66%), Valencia (64%), Málaga (55%), Zaragoza (52%) y Sevilla (35%).
Las cifras provienen del estudio realizado por la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) y desde la cual sostienen que la pandemia también ha desembocado en un efecto colateral positivo. “Tal y como se ha comprobado en el caso de Wuhan, o en el norte de Italia, nuestro estudio constata cómo las medidas de confinamiento y reducción de actividad económica se han traducido en una clara disminución de la contaminación atmosférica en todo el país”, explicó Elena Sánchez-García, investigadora del grupo Land and Atmosphere Remote Sensing del Centro de Tecnologías Físicas de la UPV.
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