Según datos de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), en España más de 12 millones de personas sufren algún tipo de alergia (incluso al pelo de animales o a determinados materiales plásticos). Pero lo más grave es que, de ellos, “cerca de 8 millones de personas” sufren alergia al polen.
Por eso, la llegada de la primavera supone un grave problema para ellos. Y más este año, ya que, desde la SEAIC señalan que esta primavera será “más intensa” que la anterior en cuanto a niveles de pólenes se refiere, destacando una mayor concentración de gramíneas.
Hay que tener en cuenta que entre los síntomas más frecuentes de la alergia encontramos la congestión nasal, la fatiga, los ojos llorosos, el picor en la piel, los ojos y la garganta y, sobre todo, los estornudos. Todos ellos resultan molestos para la conducción y muchos te afectarán mientras te encuentres al volante.
Especialmente peligrosos son los estornudos, no en vano la propia DGT reconoce que, si estornudas durante cinco segundos mientras circulas a 100 km/h, dejas de ver durante 140 segundos. Y si estornudas durante 10 segundos, esta distancia se duplica.
Por eso, desde Tráfico reconocen que existen estudios que alertan de que “el riesgo de sufrir un accidente de tráfico aumenta en un 30% con conductores alérgicos”.
Si tienes alergia: 8 cosas qué puedes hacer para conducir más seguro
Una vez conocidos los efectos de la alergia en la conducción, se trata de poner lo máximo de nuestra parte para que la alergia (y sus efectos) nos afecten lo menos posible durante el tiempo que estemos al volante. Por eso…
- Limpia muy bien el interior de tu coche Para evitar que elementos como la suciedad, los ácaros y el polen queden alojados en las alfombrillas o los asientos de tu coche (descubre aquí cómo limpiarlos a fondo). Para ello, se recomienda que, antes de limpiar la tapicería o los asientos o la tapicería de tu coche, aspires el habitáculo de tu coche en profundidad. Lo mejor para ello es que recurras a los aspiradores que existen en las estaciones de servicio, más potentes que los domésticos o que aquellos específicos para coches y que te costarán desde 1 euros/2 minutos.
- Sustituye el filtro del habitáculo cada año o cada 15.000 km Mantén en buen estado el filtro del habitáculo y sustitúyelo, por normal general, cada año o cada 15.000 km. Así conseguirás reducir, hasta en un 80 %, la cantidad de polen, polvo y partículas que llegan del exterior del vehículo. Si eres especialmente sensible al respirar, a la hora de cambiarlo, busca además filtros específicos con tratamiento anti bactericida y con efecto antialérgico. Resultan hasta un 40% más caros que los normales, pero nunca superarán los 20 ó 25 euros (en función del modelo de tu coche.
- Circula siempre con las ventanillas subidas, sobre todo, si vas por una carretera con mucha vegetación. De esta forma, podrás evitar la entrada en el habitáculo de cualquier elemento externo, incluso el polen.
- Y el aire acondicionado o la calefacción, siempre con la recirculación activada. Cuando conectes el sistema de climatización de tu vehículo, asegúrate de conectar también la opción de recirculación del aire. De esta manera, evitarás que el vehículo tome aire del exterior y, con él, partículas, pólenes o cualquier elemento presente en él.
- Ten cuidado con la hora a la que conduces: evita tanto el amanecer como el atardecer, porque son los momentos en los que mayor concentración de polen se da en el aire. Asimismo, ten más cuidado si tienes que conducir durante los días de lluvia o por zonas húmedas, ya que “la humedad hace que haya una mayor concentración de polen”, explican desde la cadena de mecánica rápidas Midas. Recuerda que antes de ponerte al volante, siempre podrás consultar los niveles de polen (provenientes de las distintas familias de plantas a los que puedes ser alérgico) en la web www.polenes.com.
- Si tienes que viajar con animales… lávalos justo antes del viaje Incluso aunque no seas alérgico al pelo de los animales, ten en cuenta que su pelo, en función de su longitud y espesor, puede retener multitud de suciedad, polen y otras partículas. Por eso, darles un baño antes de un viaje limitará tu exposición a estas partículas.
- Mucho cuidado con los antihistamínicos Si te medicas contra la alergia, lo más probable es que tu médico te haya recetado antihistamínicos. Pero lee atentamente el prospecto y pide consejo siempre a tu médico, ya que entre los efectos secundarios de estos medicamente, están la somnolencia, la falta de concentración, la pérdida de reflejos o el aumento del tiempo de reacción. Además, algunos de estos medicamentos pueden llegar a provocar mareos, visión borrosa, náuseas, descoordinación, ansiedad, sequedad de boca, tos, dolor de cabeza o palpitaciones. Presta especial atención a los medicamentos que presentan un pictograma en forma de triángulo con un vehículo en su interior, puesto que indican que influyen en la conducción.
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