Sin embargo, el pasado mes de enero, cuando el coche contaba con 147.000 km y poco más de cuatro años, comencé a detectar que tenía un ralentí inestable y que por el tubo de escape salía un humo muy negro. Lo llevé en grúa al servicio oficial, donde el jefe de taller me informó que un cilindro no tenía compresión y que la culata estaba rajada y había que cambiarla. Pregunté cuánto me podía costar la reparación y me dijo que sólo la culata valía unos 1.200 euros -con la mano de obra incluida ascendía hasta 2.000 euros aprox.-, pero que había que sumar también el cambio de la distribución -correa, tensor, polea…-; es decir que, en total, me supondría unos 3.400 euros. Le respondí que no entendía cómo una culata de sólo cuatro años se podía romper, sobre todo, teniendo en cuenta que ellos mismos la habían cambiado a los 100.000 km, a pesar de que el manual de mantenimiento aconseja hacerlo a los 120.000 km. Su respuesta fue que «esas cosas pasan» y que lo único que podían rebajarme era el precio de la culata de 1.200 a 850 euros. No estoy de acuerdo. Además, he visto en numerosos foros de Internet averías similares a la de mi coche, ¿podéis ayudarme?
Alfa nos ha comunicado que, tras estudiar el caso y tener en consideración que Íñigo es un buen cliente que ha pasado todas las revisiones en un taller oficial, se le ha concedido una atención comercial de 1.747 euros -aproximadamente, un 50% del total del importe de la factura correspondiente a tensores, correa, culata, juntas, aros y mano de obra-.
