Lo
llevé al servicio oficial y arreglaron estos defectos, pero a los pocos días se encendió en la instrumentación
el testigo de avería en el motor. En el taller me comentaron que el sistema de diagnosis indicaba que
el problema radicaba en un sensor del sistema de sobrealimentación, por lo que procedieron a sustituirlo…
Sin embargo, el pasado 6 de agosto, se encendió otro testigo de avería -el check control-, volví al taller y allí
me dijeron que el fallo procedía de la válvula EGR* y que para solucionarlo tenían que realizar una nueva reprogramación
de la centralita, pero que no estaría hasta septiembre. Además, me aseguraron que podía seguir
circulando con mi Alfa sin problema, y así lo hice hasta que una mañana, cuando me dirigía al trabajo,
volvió a iluminarse el testigo de avería, el motor se quedó sin potencia -como -ahogado– y su sonido no
era el mismo. Llamé al taller donde me informaron de que el motor había entrado en -modo de emergencia-**
y, por seguridad, el coche no pasaría de 80 km/h… Por la tarde fui al taller, pero no dieron con la avería
y la incidencia persiste. Tampoco en el servicio de atención al cliente me dan una solución y necesito el
coche para trabajar -realizo unos 35.000 km al año- y no puedo estar cada dos por tres en el taller. Me han
prestado un vehículo de sustitución, pero yo quiero disfrutar de mi Alfa 156. ¿Podéis ayudarme?
Alfa nos ha confirmado que el fallo del motor se ha resuelto sustituyendo
la válvula que regula la entrada de aire del sistema de admisión y que también han arreglado
el volante y cambiado los plásticos defectuosos. Todo ha corrido a cargo de la garantía y los
días que el 156 estuvo en el taller se prestó a Alejandro un coche de cortesía.
*Sistema que se encarga de reintroducir los gases de escape en los cilindros para completar su combustión. **Función de la centralita electrónica
del motor que limita el movimiento cuando detecta que puede producirse una avería grave.