pero lo peor llegó cuando
empezó a dar tirones y se paró -en la instrumentación
aparecía iluminado el testigo luminoso
de avería en motor-. Llevé mi Alfa al servicio oficial donde me dijeron que podía haber un fallo en la centralita
o que el cable del acelerador se había soltado. Tras varios días en el taller, me devolvieron el vehículo
y, nada más salir, se volvió a parar -además, el escape emitía mucho humo-. Llevo varios meses visitando
muchos de los servicios oficiales de Alfa en Madrid -han cambiado tres veces las pastillas y discos
de freno y han efectuado infinidad de reprogramaciones-, pero todo sigue igual. Por ello, he pedido a Alfa
que me cambien el coche por otro nuevo, pero se niegan. Me siento desatendido tanto por sus talleres
oficiales -no me dejan coches de cortesía- como por el servicio de atención al cliente. ¿Podéis ayudarme?
Alfa nos ha comunicado que Jorge siempre fue atendido respetando los compromisos
establecidos por la marca. Las incidencias fueron examinadas por los distintos talleres oficiales
a los que se dirigió, y por el Delegado Técnico de zona quien, en diversas ocasiones, verificó que el vehículo
se comportaba correctamente. Además, se efectuó una prueba en presencia del cliente y el resultado fue que, salvo
alguna mínima incidencia que corregir, el coche funcionaba correctamente. Por otro lado, en varias ocasiones se le ha
cedido un vehículo de sustitución -cuando ha sido necesario y reunía las condiciones establecidas en contrato-. En cuanto
a la falta de respuesta por parte de la marca… cada vez que Jorge ha contactado con el departamento de atención
al cliente se le ha contestado vía telefónica o por escrito e, incluso, nuestra asesoría legal llegó a ponerse en contacto
con él para aclararle sus dudas. En cualquier caso, el vehículo está en periodo de garantía y si el cliente entiende que
necesita cualquier intervención, puede dirigirse al servicio oficial de la marca que desee para su reparación.