Prueba Alfa Romeo Giulia GTAm 2021: un auténtico animal

Evo Magazine
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El nuevo y salvaje Giulia GTA es la manera que ha escogido Alfa para celebrar su 110 aniversario. Probamos la versión más bestia, el GTAm, en carretera y circuito.

Sé lo que estás pensando. Es fácil ser cínico con el Alfa Romeo Giulia GTAm. Para empezar, está el problema de colocar la designación más evocadora de Alfa en un automóvil que, aunque es más liviano que el modelo en el que se basa, difícilmente puede describirse como verdaderamente ‘alleggerita’. También se puede cuestionar el sentido de una berlina de cuatro puertas con sólo dos asientos. Asimismo, tampoco es muy justificable la legitimidad de ponerle un precio por encima de los 200.000 euros.

Este razonamiento desapasionado resulta hermético… hasta que un buen hombre de Alfa Romeo aparece al volante del que actualmente es el único GTAm salido de fábrica; me quedo embobado mirando a esta unidad verde brillante revestida de carbono, y todos los argumentos en contra se me desmoronan. Sin lugar a dudas, estamos ante un automóvil impresionante.

La historia detrás de la máquina sólo aumenta su atractivo. Donde la gran mayoría de los fabricantes tendrían que justificar un proyecto de este tipo usándolo como el pináculo de un gran plan de marketing en el que el nombre de GTA se convertiría en una submarca al estilo AMG, el motivo de Alfa era mucho más simple: celebrar su 110 cumpleaños. Un regalo para sí mismos y un tótem fabuloso para que todos los Alfistas del mundo lo adoren. Pero la cosa no queda ahí ya que, en lugar de construir una sola unidad, Alfa se ha comprometido a fabricar 500 unidades divididas entre este GTAm y el GTA a secas, la versión algo más racional con cuatro asientos.

La mayoría de los cambios con respecto al Quadrifoglio normal son obvios. Carrocería más ancha realizada con una mezcla de fibra de carbono y aluminio que le da al GTA un físico sensacional. También está salpicado de detalles; el más evocador es la insignia de Autodelta en cada alerón delantero. El kit aerodinámico es obra del socio en la F1 de Alfa Romeo, Sauber. Con un splitter delantero y alerón trasero ajustables, además de una serie de piezas para guiar el flujo de aire hacia los bajos del coche, todo lo que está a la vista tiene un propósito o función más o menos relevante.

Alfa Romeo GTAm interior

Las llantas son de 20’’ forjadas y monotuerca, una novedad para una berlina. Su diseño es el típico de ruleta telefónica y van montadas sobre unos neumáticos Michelin Pilot Sport Cup 2 en medidas 265/30 para el eje delantero y 285/30 en el trasero, con enormes frenos cerámicos y pinzas que son un espectáculo de ver a través de los agujeros de las llantas. Los sistemas de dirección y suspensión también se han mejorado, con vías más anchas (25 mm en la parte delantera, 50 mm en la parte trasera), muelles aligerados que rebajan la altura de la carrocería y amortiguadores adaptativos con una puesta a punto específica para esta versión.

El GTAm también cuenta con una luneta trasera y ventanillas posteriores de policarbonato y reemplaza los asientos traseros por un banco (completado con redes para cascos de protección y un extintor de incendios), media jaula antivuelco y arneses. Las primeras noticias sugirieron que este modelo sería unos 100 kg más liviano que el Quadrifoglio, pero después de algunos interrogatorios, Alfa nos ha confesado que el GTAm es 40 kg más ligero, para una cifra total de 1.580 kg (el GTA de cuatro asientos declara 1.605 kg). Desmontar parcialmente el interior de un automóvil de carretera para sólo agregar una jaula antivuelco y un extintor es el equivalente de ingeniería a que un perro se persiga su propia cola; pero si lo ponemos en contexto, el rival espiritual de GTAm, el Jaguar XE Project 8, pesa la friolera de 1.745 kg.

El kit aerodinámico es obra de Sauber F1

El GTA también tiene más potencia que el Quadrifoglio, con un aumento de 30 CV para una cifra total de 540 CV (el par motor permanece inalterado en 600 Nm). Esta ganancia no se ha logrado con una simple y rápida reprogramación. Alfa ha instalado nuevas bielas y lubricación adicional en los pistones. También dispone de un nuevo enfriador del aceite y los turbos giran a más velocidad.

Con todo, el carácter de la mecánica 2.9 V6 biturbo es muy similar al que conocíamos del Giulia Quadrifoglio normal. Es decir, resulta suave, agradable y está bendecido con una banda sonora profunda que se ve enriquecida por la incorporación de un nuevo sistema de escape de titanio Akrapovic con salida central.

Alfa Giulia GTAm llantas

Todo en el GTAm se ve y se siente especial. Desde el momento en que abres la puerta (que se percibe notablemente más liviana), el conductor es consciente de que está a punto de conducir algo único. Los asientos delanteros de carbono se sitúan muy abajo y tienen respaldo fijo, lo que significa que alguien de estatura modesta (como es mi caso) parezca un niño a los mandos del coche de su padre. La postura de conducción en sí es perfecta, con muchos ajustes en el volante para sentirse cómodo. Los arneses son preciosos, pero tienden a ser un dolor de cabeza en un coche de calle… por lo que prefiero abrocharme el cinturón tradicional a no ser que tenga claro que voy a permanecer dentro del coche una buena cantidad de tiempo. Eso sí, reconozco que tirar hacia abajo de las correas y ‘atarme’ es un ritual precioso y que pega con la filosofía de esta versión.

Por fortuna, el GTAm es de esos coches que consigue alcanzar el equilibrio entre ser un exótico automóvil de alto rendimiento y uno apto para circular de manera refinada y civilizada. Una vez encuentras la postura más cómoda, el ritual de arranque es igual que en un Giulia normal; pisas el freno y pulsas el botón rojo emplazado en el volante. El sonido es un poco más gutural, con un tono rico en graves y un leve estriado del timbre que indican que el GTAm tiene un carácter más agudo y agresivo. Es un coche de los que te hace sonreír antes de que te hayas movido ni siquiera un metro, lo cual ya anticipa lo bueno de la experiencia.

El Alfa Romeo GTAm resulta ágil y adictivo en retorcidas rutas de montaña

Los modos de conducción se seleccionan con el mando giratorio DNA, que te permite aumentar o reducir progresivamente la respuesta del motor, la suspensión y el nivel de intervención de las ayudas electrónicas. Este coche también dispone del ya famoso botón que llevan algunos Ferrari para conseguir una suspensión más blanda (con independencia del modo escogido) para circular por carreteras bacheadas

Pulido. Ese sería el calificativo que escogería para describir la manera que tiene de avanzar el GTAm. Todo se siente bien, empezando por la dirección, que combina un peso modesto, transmite mucha información de lo que sucede sobre el asfalto y ofrece una respuesta directa pero sin exageraciones. La amortiguación es muy equilibrada, ya que posee la suficiente capacidad de absorción como para trabajar con eficacia sobre asfalto bacheado y la firmeza adecuada para mantener bajo control los movimientos de la carrocería.

Alfa giulia gtam

Donde algunos coches demuestran unas grandes capacidades a nivel superficial, el GTAm es de los que verdaderamente muestran unas cualidades dinámicas casi infinitas. Las carreteras del norte de Gales por las que circulamos tienen la costumbre de sacar a luz rápidamente las debilidades y limitaciones de los vehículos, pero este Alfa se muestra fabuloso, con una gran agilidad en las zonas más lentas y una excelente precisión en las partes más rápidas. Es uno de esos modelos que fluye a un ritmo endiablado sin esfuerzo.

También se siente ligero, con una capacidad de cambiar de trayectoria que hace que cada giro sea una fuente de placer. Lo mejor del coche lo encontramos cuando enlazamos varias curvas seguidas y tienes que mover el volante de un lado a otro; en ese momento revela un equilibrio muy especial y un aplomo increíble. Hay mucho agarre disponible, como cabría esperar de unas Michelin Pilot Sport Cup 2 tan anchas, pero es la progresividad en los apoyos lo que llama la atención, ya que el coche se inclina sin sobrecargar los neumáticos y sin generar molestas inercias.

El modo Race desvela el verdadero carácter del GTAm

En consecuencia, los cambios de dirección son suaves, con ambos ejes respondiendo en armonía y con una precisión que resulta excepcional para un automóvil de este tamaño. Puedes tirarte con agresividad hacia un giro, mirar al vértice y pisar el acelerador con ganas… dando como resultado un paso por curva excepcional.

Otro punto a destacar son los frenos. Los discos de hierro fundido del Giulia Quadrifoglio normal transmiten demasiada mordiente inicial, por lo que temía que los frenos cerámicos del GTAm fueran más de lo mismo; sin embargo, son maravillosamente progresivos. Que la frenada sea más fácil de modular significa que la aproximación a cada giro resulta más suave, por lo que toda la cadena de órdenes que viene después en cuanto a dirección y acelerador es más lógica y consistente.

Alfa giulia gtam

Atravesar las montañas con un telón de fondo de cielos azules brillantes y vistas impresionantes es una sensación la mar de agradable, pero el GTAm es uno de esos coches que consigue que resulte un acto todavía más placentero e inolvidable. Con paredes rocosas contra las que reverberar, el motor V6 emite algunos ruidos rudos y estridentes, aunque hay un toque de musicalidad que lo eleva al estruendo fuerte de rivales como el BMW M4. También ofrece un extraño petardeo cuando subimos una marcha acelerando a tope que tanto recuerda a los coches de carreras de la categoría GT3. Pero lo mejor es que no lo hace todo el tiempo, por lo que siempre que sucede se convierte en algo de lo que disfrutar más que una tortura.

Ahora bien, cuando fuerzas el ritmo aparecen algunos defectos. El primero es una ligera falta de control de los movimientos verticales al pasar cambios de rasante, ya que el morro se levanta más de lo debido y se hunde en exceso cuando la carretera pica hacia abajo. Rara vez requiere que moderes la velocidad, pero sí que resulta llamativo con la sensación general de control de movimientos de la carrocería. Este rasgo es más perceptible en el Giulia normal, por lo que se ve que los ingenieros han tratado de mitigarlo en el GTAm, aunque el éxito ha sido sólo parcial.

Dado que estamos hablando de un sedán de tracción trasera con más de 500 CV, la forma en la que el GTAm traslada la potencia al asfalto resulta impresionante. Está claro que debes mostrarte precavido en una mañana fría hasta que los Michelin cojan temperatura (el ESC detecta rápidamente cualquier deslizamiento). Pero una vez que todo se ha calentado, puedes pisar el acelerador sin ningún temor.

Hay mucha fuerza en todo el rango de revoluciones, con un empuje tremendo en la parte baja y media que contradice la modesta cilindrada del propulsor V6. Una de las cosas entrañables del GTAm (y del Quadriflogio) es que, si bien el motor tiene un músculo proporcionado por la inducción forzada, también es capaz de subir mucho de revoluciones en un agradable crescendo hasta llegar a la zona roja.

alfa romeo giulia

Esta amplitud de rendimiento y carácter hace que te sientas conectado a la máquina. Me avergüenza un poco admitir que, a menudo, cuando conduzco un coche con cambio automático, dejo que la transmisión decida cuándo cambiar; pero puedo decir honestamente que cuando conducía el GTAm hice la mayoría de los cambios de marcha de forma manual. La propia esencia del coche te pide hacerlo así

También es divertido, ya que las grandes levas permiten usarlas incluso frenando y girando a la hora de entrar en una curva. Del mismo modo, puedes cambiar a una relación superior a la salida de una curva larga mientras vas abriendo dirección. Estoy seguro de que una versión con cambio manual tendría su propio encanto, pero en este caso la falta de esa posibilidad no significa que nos estemos perdiendo algo.

Después de dos días conduciéndolo, es imposible no enamorarse

De manera sorprendente, hay suficiente flexibilidad y compostura en la suspensión como para plantearte seleccionar el modo Race en la carretera. Aquí es donde experimentas el GTAm en todo su esplendor, con el coche configurado en su modo más puro y agresivo. También significa que no tienes un sistema de control de estabilidad a tu disposición, lo que es admirable… pero quizá no recomendable para según qué conductores. La verdad es que si la carretera está seca hay un amplio margen de agarre y tracción, por lo que explorar los límites del GTA está lejos de asemejarse a hacer malabares con motosierras si simplemente te dedicas a rodar rápido.

Ahora bien, si tienes intención de ir un poco más allá de los límites de tracción y adherencia en una carretera tienes que tener las cosas claras. El problema es que el comportamiento del diferencial de deslizamiento limitado con reparto vectorial del par resulta complejo; hay que pillarle el tranquillo, y si bien traslada al conductor una grata sensación de agilidad, es cierto que resulta algo brusco a la hora de distribuir el par entre las ruedas traseras. Tal y como está puesto a punto, resulta algo abrupto a la hora de pasar de la fase de agarre a la de deslizamiento, por lo que es complicado interpretar sus reacciones. 

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Lo que quieres en estos casos es iniciar la derrapada a partir de un exceso de ímpetu con el acelerador para luego quitar la potencia justa para reducir la velocidad de la maniobra. A medida que notas que el coche se quiere ir de atrás, puedes pisar el acelerador para controlar la entrega de potencia y el ángulo del contravolante. Pero lo que acabas notando es una necesidad de superar un fuerte agarre inicial y un diferencial que reacciona de manera brusca. El resultado suele ser un exceso de sobreviraje que obliga a realizar un rápido contravolante para que el coche no se dé la vuelta. 

Es más fácil dominar el coche con grandes ángulos y pisando mucho el acelerador; pero no es tan sencillo aprovechar este comportamiento en las curvas más cerradas o a la salida de las rotondas, por poner un ejemplo. Tal y como está puesto a punto, el GTAm resulta muy equilibrado… pero si fuera un poco más divertido rozaría con claridad la matrícula de honor.

Sea como fuere, después de dos días en algunas de las mejores carreteras del Reino Unido, es imposible no caer a los pies del GTAm. Fluye, frena y se conduce de manera brillante; su estética es sensacional, con detalles deslumbrantes y un carácter verdaderamente contagioso. Es cierto que cuesta una fortuna (al menos para la gente normal) y vale que podría ser un poco más accesible a la hora de explorar sus límites… pero de lo que no hay duda es de que estamos ante una berlina absolutamente fabulosa. Si te gustan los coches, te encantará el nuevo GTAm.

Ficha técnica Alfa Romeo Giulia GTAm 2021

alfa romeo giulia gtam 2021 18
  • Motor: V6, 2.891 cm3, biturbo
  • Potencia: 540 CV a 6.500 rpm
  • Par: 600 Nm a 2.500-5.500 rpm
  • Peso: 1.580 kg
  • Relación peso/potencia: 2,92 kg/CV
  • 0-100 km/h: 3,6 segundos.
  • Velocidad máxima: 300 km/h
  • Precio: 204.106 euros

 

Alfa Romeo Giulia

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