No han sido pocas noticias las que han surgido en el año 2017 a raíz de la contaminación de los vehículos con motor diésel. En pocos años, los propulsores de este combustible han pasado de ser venerados por su bajo consumo a repudiados por el alto nivel de polución que emiten y la perjudicial repercusión que ello tiene en la salud de las personas.
A ello hay que sumar las ya habituales restricciones de circulación en la capital de España, a las que recientemente se ha unido la ciudad de Barcelona. Todos estos hechos en conjunto han dado un ‘empujón’ considerable a las ventas de los vehículos con un propulsor de gasolina. Ya en el 2016, la cuota de mercado conseguida en todo el año por los coches de gasolina fue del 42,9%; y aunque el porcentaje equivalente de coches diésel fue del 56,8%, casi catorce puntos porcentuales por encima, desde ese momento se observaba un cambio en la tendencia.
La confirmación ha llegado en el 2017, año en el que se han vendido un total de 634.899 vehículos con un motor de gasolina, por las 599.423 unidades diésel matriculadas en el mismo período. En cuota de mercado estamos hablando de un 51,1% frente a un 48,3%, respectivamente; lo que quiere decir que el cambio en las preferencias de los consumidores ha acabado por confirmarse.
Los eléctricos también crecen
Entretanto, los coches con un sistema de propulsión totalmente eléctrico también han experimentado un importante crecimiento. Así las cosas, mientras que la cuota de mercado acaparada por este tipo de vehículos al término de 2016 era del 0,3%, al finalizar este pasado año la cifra ha aumentado hasta el 0,6%, lo que ha supuesto un incremento porcentual del 96,57%; casi el doble. En total, los coches eléctricos matriculados en nuestro país a lo largo de todo el 2017 ha sido de 7.218 unidades.
