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Por dentro y por fuera1-. Bajo la parrilla frontal se ‘esconde’ el radar de control de crucero, con mantenimiento de distancia automático con el vehículo que nos precede -se denomina Distronic y cuesta 2.816 –. 2.- El 55 hace referencia a la cilindrada -5.439 cc-. 3.- El potente motor está totalmente carenado. 4.- El control de inflado de los neumáticos cuesta 704- 5.- Las salidas de escape ovaladas identifican al AMG. 6.- El mando a distancia abre también el maletero. 7.- El sistema de apertura y arranque sin llave es opcional y cuesta 1.408-. El equipamiento del E55 AMG De serie incluye: ABS, BAS, EBD, ESP, airbag conductor, pasajero, laterales delanteros, y de cortina, dirección asistida, climatizador automático, faros antiniebla y bi-xenón, ordenador de a bordo, equipo de audio, llantas de aleación, control de velocidad, cierre centralizado con mando a distancia, elevalunas eléctricos delanteros y traseros, espejos eléctricos calefactables, sensor de lluvia, suspensión neumática. Opciones:-pintura metalizada (1.024-), calefacción con mando a distancia (1.728), distronic (2.816), preinstalación de teléfono (768), sistema Comand con navegador (3.200), persiana eléctrica (400), asiento posterior partido (589). Los mandos controlan el Distronic. La parte central del cuentakilómetros contiene el ordenador. El techo panorámico cuesta 2.048- y los asientos con memoria, 1.024-.
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Qué debes saber de…Antonio García![]() Quién es...A sus 22 años, Antonio García es uno de los más firmes aspirantes a alcanzar la F1. Campeón de Europa y del Mundo de kárting, también ganó las Wolrd Series en 2000 . Este año compite en el Campeonato Europeo de Turismos con el equipo BMW. |
Apenas seis meses después hizo su aparición en el mercado el Mercedes E55 protagonista de esta prueba.
Centrándonos en el AMG, sería de esperar que un vehículo de tracción trasera y casi 500 CV tuviera la apariencia agresiva y el diseño deportivo de un Porsche o un Ferrari. Sin embargo, esta nueva berlina es todo discreción… y no deja de ser eso, una berlina de representación con un diseño muy moderno y grandes proporciones -mide 4,8 m de longitud-, aunque sin llegar a los extremos de un Clase S. Al igual que muchos de los actuales modelos que registran altas prestaciones, su apariencia estética cumple la máxima de ‘lo es… pero no lo parece’. Es decir, a simple vista resulta complicado entrever de lo que realmente es capaz el E 55AMG… y esto es aún más palpable en el color negro de la unidad de pruebas; sólo descubres que no es un Clase E ‘normal’ por sus impresionantes llantas de aleación de 18″, o los cuatro tubos de escape en la parte posterior. Lo que hace especial a este Mercedes es el hecho de haber pasado por la manos del departamento deportivo AMG. Ellos son los responsables de ‘dar forma’ a coches rapidísimos, lo cual no es sinónimo de que sean deportivos ‘extremos’. En este caso para dar vida a tan singular versión se emplea un imponente motor de ocho cilindros y nada menos que 5,5 litros de cilindrada, sobrealimentado por un compresor situado entre ambas filas de cilindros y capaz de soplar a 0,9 bares de presión. Las cifras son impresionantes: su nivel máximo de fuerza o par casi cuadruplica al de un motor de cuatro cilindros atmosférico de cualquier berlina 2.0 de gasolina. Y por potencia no es menos espectacular: sus 476 CV son superados por muy pocos coches… y, sin embargo, no es el modelo más potente de Mercedes, pues ya se ha anunciado para este otoño un CL65 que desarrolla… ¡612 CV! Cualquier cosa que pueda comentar sobre el resultado en carretera de este motor se queda corto, hay que vivirlo ‘en directo’, porque no se puede describir con palabras. Pisas el acelerador y en apenas cuatro segundos ya vas a 100 km/h, y cuando han transcurrido 16 segundos ya circulas a 200 km/h… Sin embargo, debido al acuerdo suscrito entre las grandes marcas alemanas, la velocidad máxima se ‘estanca’ en los 250 km/h, concretamente en 258 de marcador. Pero, hasta ese momento, la progresión es tan rápida como espectacular. Si no contara con el mencionado limitador, estoy seguro de que superaría con relativa facilidad los 300 km/h, tanto por empuje del motor como por la buena aerodinámica de la que goza el coche. En pocas palabras, lo más sorprendente es la casi insultante sencillez con la que adquiere velocidad y, todo ello, sin aparente esfuerzo mecánico; por cierto, cuando se acelera a fondo, el rugido del motor te estremece. ¿Y cómo lo vive el conductor? En medio de una quietud absoluta; si algo resalta en este Mercedes es su sencillez de conducción, gracias al papel que juega la electrónica. Tanto el control de tracción como el de estabilidad son de serie… y casi imprescindibles en un modelo de semejante potencia, sobre todo cuando la carretera está húmeda -ya no digamos mojada-. Su funcionamiento es impecable: tú sólo percibes que entran en acción porque se enciende una luz en el cuadro de mandos. Sin embargo, no habría estado de más que se pudiera contar con la posibilidad de instalar la tracción total 4Matic que sí está disponible en los Mercedes Clase C y S. Es decir, sobre el asfalto, el nuevo modelo transmite mucha seguridad al conductor y su comportamiento es excelente en cualquier circunstancia. El empleo de suspensiones multibrazo y un sofisticado sistema neumático -con el que se puede regular la altura de la carrocería y la dureza de la amortiguación- garantizan la máxima estabilidad. Pero hay cosas contra las que no se puede hacer nada; la principal es el peso: en vacío esta berlina alcanza en la báscula 1.835 kg; una elevada masa que le proporciona un enorme aplomo en autopista, donde esta berlina es especialista en acelerar y mantener cruceros altísimos, pero que, sin embargo, en trazados sinuosos le impide tener la misma respuesta que un ágil deportivo… aunque, ni lo es ni pretende serlo. Por lo tanto, practicar una conducción rácing es complicado en este terreno y a ello hay que añadir que las mencionadas ayudas electrónicas, aunque desconectables, por seguridad siempre entran en funcionamiento cuando detectan que se está muy cerca de sobrepasar el límite. La caja de cambios es automática y permite un manejo de tipo secuencial. Su funcionamiento es bueno, y además cuenta con mandos en el volante, lo cual resulta práctico para su manejo en ciudad y también eficaz en carretera, donde es bastante rápido y suave al engranar las distintas marchas. Quizá se echa en falta que no tenga una velocidad más y así, con seis marchas las distintas relaciones estarían más juntas entre sí y mejoraría la capacidad de aceleración; con la configuración que lleva es capaz de alcanzar 220 km/h a 6.500 rpm en tercera. Los frenos me han parecido eficaces y cuentan con servofreno de emergencia; eso sí, su peor enemigo es el elevado peso del coche. En cuanto a los neumáticos, están bien dimensionados y se agarran bien al asfalto y, por otra parte, la dirección es correcta, suficientemente directa y precisa, aunque con más asistencia de lo que esperas en un deportivo. La otra cara que ofrece el Clase E es la que se vive en su amplio interior. La comodidad es elevada y en todo momento nos recuerda que viajamos en una belina de lujo. Dentro, predominan los tonos oscuros y el diseño moderno. Los asientos delanteros deportivos son increíbles: cuentan con múltiples reglajes que permiten un ajuste perfecto al cuerpo, disponen de ventilación y, además, son ‘activos’, es decir, en las zonas de curvas acompañan el movimiento del cuerpo… pero cuestan 2.636-. Si a esto sumamos la buena posición del volante es fácil sentirse a gusto. El interior está repleto de ‘teclas’, pero pronto te acostumbras a su manejo, si previamente echas mano del libro de instrucciones. Del precio poco hay que decir: pocos podrán comprarlo, pero quien tenga dinero suficiente se hará con uno de los modelos más racionales por ese precio. |
El veredicto de Antonio García…
Con su enorme fuerza, este Mercedes me ha recordado al Chrysler Viper, todo un ‘monstruo’ del asfalto. Lo veo, sin duda, como una demostración de poderío de la marca alemana… a la que no creo que tarden en responder sus rivales, principalmente BMW, que seguramente ya tiene pensado el relevo de su no menos impresionante M5, seguramente con una mecánica de diez cilindros y unos 500 CV. De todas formas, y a pesar de ‘lo que anda’, no es el deportivo ideal por culpa de su elevado peso, aunque lo da todo en cuanto la carretera es mínimamente recta. Lástima que no sea un coche asequible. |
Por fuera
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