El pasado invierno y otoño, el Ayuntamiento de Madrid ya puso en marcha en varias ocasiones el protocolo por alta contaminación, restringiendo el tráfico de vehículos por la almendra central. Sin embargo, esto no parece ser suficiente y en el futuro se avecinan medidas aún más duras, sobre todo para aquellos vehículos más contaminantes.
Una de las medidas más importantes en las que ya está trabajando el Ayuntamiento de Madrid es la modificación del estacionamiento regulado (SER). Por un lado se habla de aumentar el precio por aparcar en el centro y por otro, aumentar la zona de cobertura del SER más allá de los márgenes de la M-30. También se ha barajado la posibilidad de aumentar el horario de control, pero es una realidad poco factible pues también habría que aumentar horarios y personal controlador.
Ahora mismo Madrid se rige por el Plan de Calidad del Aire 2010-2015, que no ha dado el resultado esperado. Por eso, ya se trabaja en un nuevo documento, con medidas más duras. Madrid quiere cerrarse al tráfico de forma progresiva como ya han hecho otras ciudades europeas.
Ya existen las zonas de prioridad residencial (APR), se están peatonalizando muchas calles y la vigilancia de las zonas SER cada vez es más sofisticada y efectiva con coches con cámara que pueden leer varias matrículas de una pasada, y comprobar telemáticamente si tienen abonado su estacionamiento.
El objetivo de Madrid es ser una ciudad limpia de humos.
