Arranca la aventura Explorers Cup

No lo han tenido fácil los equipos participantes de la Explorers Cup en su primer recorrido hacia la región montañosa del Anti-Atlas. Un laberinto de caminos y callejones sin salida, llegaron a crispar los ánimos a más de uno.


El Sherky, el fuerte viento de levante que azota casi permanentemente la región de Esauira, acompañó la arrancada de la aventura frente a un océano agitado y revuelto. Con tan espectacular telón de fondo, los equipos se fueron dispersando por los arenales cercanos a la playa en busca de las primeras localizaciones. Un juego que iba a servir sólo de calentamiento y poco hacía presagiar las dificultades que los 14 equipos iban a tener que afrontar.

En su afán por descubrir el mayor número de objetivos, muchos establecieron un recorrido lineal aparentemente lógico, pero en esta estrategia hay que contar con los caprichos de la orografía. La aparente secuencia natural puede verse interrumpida de pronto por una hamada (pedregal) de grandes rocas, en ocasiones impracticable para un todoterreno normal, o profundos barrancos surcados por pistas serpenteantes al borde de precipicios de vértigo, o accidentes geográficos sencillamente imposibles de atravesar.

Sólo seis de los equipos consiguieron definir un plan realizable y alcanzar la meta en Tarudant dentro del tiempo previsto. El resto, atrapados por el laberinto de pistas y sus propios deseos de registrar el máximo de localizaciones, llegaron demasiado tarde y perdieron todos los puntos atesorados a lo largo de la jornada.

Pero así es el reglamento de esta singular prueba. No llegar a un control de paso intermedio puede restar la mitad de los puntos obtenidos hasta ese momento; alcanzar tarde la meta, al final de la etapa, conlleva la pérdida de todos los puntos de esa jornada. Por eso cada equipo de la Explorers Cup, compuesto por dos vehículos todoterreno y dos personas a bordo de cada uno, debe trabajar de manera coordinada para localizar los lugares propuestos por los organizadores.

Esos lugares son normalmente rincones sorprendentes situados en medio de paisajes sobrecogedores. Reductos aislados del resto del mundo. Sitios por los que parece no haber pasado el tiempo desde la Edad Media, a no ser por algún niño ataviado con la camiseta del Barça o del Real Madrid.

Muchos de estos sitios bien merecen una visita reposada pero esto es un lujo que no permite el ritmo de la prueba. Además, precisamente los más interesantes no son de fácil localización o acceso. Por eso valen más. Y por eso es fundamental administrar bien el tiempo. Ser capaces de renunciar al logro de algunos puntos antes de perderlo todo.

A lo largo de esta primera etapa hubo nada menos que 36 waypoints, además de un control de paso obligatorio para ayudar, entre otras cosas, a mantener un ritmo adecuado. Entre los objetivos se encontraba una madrasa (escuela coránica) para cuya localización sólo se disponía de su nombre escrito en árabe. Preguntando a la gente, los participantes debían encontrar a alguien no sólo que supiera leerlo sino que les pudiera indicar hacia dónde dirigir sus pasos.

Esta localización se enclavaba dentro de la particular clasificación del Trofeo Exploradores y estaba premiada con 30 puntos, pero obligaba a una inversión de tiempo importante que sólo asumieron unos pocos equipos, entre ellos el vencedor de la etapa, el portugués Moveis Nelo TT.

Clasificación Primera Etapa (Esauira-Tarudant, 28 abril)
Equipo País Puntos Puntos Explorador
11 Moveis Nelo TT P 30 30
3 Expediçoes Açores P 25
4 Martín López E 21 30
5 Superfas E 21 30
1 Carbonilla Aventura E 16 30
7 Luz y Led 4×4 E 15
9 Evolución 4×4 E 0
8 Solium Team E 0
14 The Rat Pack E 0
10º 10 Relaxing Cup Team E 0
11º 16 Casper Desert Lion E 0
12º 12 El Caldero All Terrain E 0
13º 6 Curiel 4×4 E 0
14º 2 Lat 25 Expediciones E 0

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