Como era de esperar, los fabricantes han alzado la voz para criticar esta normativa que, según la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC), pone en peligro la estabilidad del sector y las inversiones de empresas extranjeras en nuestro país. La reacción de la patronal de los concesionarios (FACONAUTO) ha sido muy distinta; para los vendedores, esta norma permitirá dar un respiro a los distribuidores y salvaguardar miles de puestos de trabajo, posturas enfrentadas que han provocado episodios de tensión en el sector de las cuatro ruedas.
Para limar asperezas y hallar un punto de encuentro que beneficie a la industria en general, con todos sus entes, la Asociación Española de Profesionales de Automoción (ASEPA) ha exigido a los políticos una pronta solución para que la enmienda a la Ley de Economía Sostenible no perjudique al sector, ya que a su entender -esta enmienda afecta de manera lesiva al sector de automoción y a los contratos de distribución de automóviles y de camiones-, o lo que es lo mismo, a la industria más importante de nuestro país.
Para ASEPA, el importante papel de España entre los países productos de vehículos se basa en dos pilares: la competitividad de la industria productora de coches y componentes y un mercado interior fuerte y bien estructurado. Por este motivo, llegar a un acuerdo que beneficie a ambas partes es fundamental para que el tejido industrial y para el empleo.