El primer modelo de BMW-i -división encargada desarrollar los coches eléctricos de la firma alemana- será el i3: un urbano de 3,81 m de largo construido en ligerísima fibra de carbono e impulsado por un motor eléctrico de 170 CV, alimentado por baterías de ión-litio que se recargan en seis horas en cualquier enchufe convencional. Será capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 7,9 seg. y alcanzar los 150 km/h, con una autonomía de entre 120 y 150 km. El interior dispondrá de cuatro plazas individuales -los asientos traseros se podrán abatir- y un salpicadero completamente digital en el que se sustituirán los botones por pantallas táctiles similares a las de los teléfonos móviles.