Dinámicamente tiene argumentos suficientes para garantizar verdadero placer de conducción: cuenta con dos versiones, la 640i con motor de seis cilindros y 320 CV de potencia -con regulación variable de válvulas VALVETRONIC-, y la 650i, que esconde bajo el capó el bloque 4.4 V8 TwinPower de 408 CV, es decir, los mismos propulsores que ya analizamos cuando hablamos de la versión Cabrio hace algunos meses. El comportamiento en carretera es excelente gracias a un chasis mejorado, servodirección electromecánica y algunos elementos opcionales, como la dirección integral activa, la suspensión con control dinámico y el Adaptive Drive, que controla la inclinación lateral del vehículo.
El equipamiento de asistencia y de ayuda a la conducción también está a la altura de un coupé de estas características. Permite montar el sistema de visión panorámica Surround View, cámara de visión trasera, asistente de aparcamiento, visión nocturna, información sobre los límites de velocidad, aviso por cambio involuntario de carril, Head-Up Display -que proyecta información sobre el parabrisas-, mando iDrive para controlar el sistema de navegación, de audio y de información, etc.