Hay que crecer para evitar esos «sustos». Y para crecer, hoy día, hay varios caminos. Uno de ellos, la fusión, venta o integración en un grupo industrial mayor ha sido valorado, con la venta de la empresa a Mercedes Benz. Otra, que también se valoró, es abrirse a gamas inferiores de coches, aún a riesgo de dejar de ser «exclusivo». Se realizó hace un tiempo, de hecho, la producción de un pequeño Aston Martin con la plataforma del Toyota IQ, el Cygnet: todo un Aston por sólo 40.000€?que fue un absoluto fracaso.
La tercera vía es encontrar el dinero necesario para desarrollar nuevos modelos, dentro de lo que saben hacer bien y que estos funcionen comercialmente. Y esta, junto con acuerdos con otras marcas, es lo que al final Aston Martin va a hacer. Invesindustrial y Tejara Capital, actuales accionistas de la marca pondrán 200 millones de libras (unos 278 millones de euros) para desarrollar, por ahora, un nuevo sedán, un SUV y una nueva plataforma para los deportivos de nuevas generaciones. Uno de ellos, el SUV, estará inspirado en el concept DBX recientemente presentado en el salón de Ginebra 2015 y que ha despertado gran interés. Además, esta en la línea de lo que las otras marcas exclusivas inglesas quieren hacer con el Rolls Royce SUV, el Jaguar F-Pace o el Bentley Bentayga.
Otra cosa es que Aston Martin no llegue a acuerdos puntuales con otros grupos. De hecho, en este caso, se está valorando la construcción de una nueva planta de montaje. La actual, en Gaydon, posiblemente alcance su máximo de producción en los próximos años sólo con las gamas de deportivos. Para hacer este coche se recurriría a una nueva planta en EE.UU: Tuscaloosa, en Alabama, donde está la planta de Mercedes Benz puede ser una opción, ya que es posible que este nuevo SUV comparta la plataforma con nuevos modelos de la marca alemana, así como componentes eléctricos y motores que podrían proceder de Mercedes para Aston Martin.