Respecto al Vantage del que deriva, la versión S se jacta de contar con 30 kg menos de peso gracias a un mayor uso de la fibra de carbono, así como de un nuevo paragolpes trasero con difusor de fibra de carbono, luces con tecnología LED, faros delanteros transparentes, molduras laterales cromadas, tapizados en piel, alfombrillas específicas de la serie y un interior tapizado en piel con el nombre Vantage S bordado y pespuntes en contraste.
El equipamiento de serie incluye control dinámico de estabilidad, distribución electrónica de la frenada, control de tracción, asistente de arranque en pendiente Hill Start Assist y un sinfín de dispositivos de información y entretenimiento, aunque de manera opcional se puede mejorar este acabado con un sistema de navegación, un equipo de sonido de mayor calidad, asientos de carbono, tapizados personalizados, etc.
En el apartado mecánico nos encontramos el mismo motor V8 de 4.7 litros con una potencia máxima de 430 CV a 7.300 rpm, es decir, 10 CV más que la versión -normal-. Para mejorar las prestaciones deportivas se han realizado modificaciones en las suspensiones, los amortiguadores y los frenos, que ahora montan discos de 380 mm, 25 mm más que en el Vantage. El cambio es el nuevo Sportshift de segunda generación, con siete velocidades y la posibilidad de manejo secuencial.
Precios
V8 Vantage S Coupé: 156.230 –
V8 Vantage S Cabrio: 168.979 –
