Esta tecnología es de sobras conocida, ya que se trata de la misma que emplean los Audi A3 y TT. En condiciones de agarre -normal-, el A1 se comporta como un vehículo de tracción delantera, pero cuando el este eje pierde adherencia, la transmisión reparte par también al eje trasero para mantener la estabilidad del vehículo. Esto es posible gracias a un núcleo de tracción controlado electrónicamente y a un eje trasero acoplable mediante un sistema de embragues.
Ni que decir tiene que el A1 será de los pocos representantes de este segmento con versiones con tracción total, ya que ni siquiera sus rivales más directos -Mini y Alfa MiTo- cuentan con esta posibilidad. Las versiones más vendidas seguirán siendo las de tracción delantera, ya que la tecnología quattro sólo estará disponible con las mecánicas más potentes -eso sin hablar de los rumores que apuntan a la llegada de un nuevo bloque de gasolina de mayor potencia y cilindrada-. Esto supondrá un mayor desembolso, algo que no está muy bien visto en un segmento en el que prima el ahorro.
La marca alemana mantiene todo bajo secreto hasta el momento, así que tendremos que esperar un poco para confirmar motores, fecha de comercialización- y la posible llegada del S1.