Mide 3,82 metros de largo (como un Seat Ibiza) pero viene a costar prácticamente el doble. ¿Tan caro resulta llevar el logotipo de Audi en el morro? Todo tiene justificación y el elevado precio del A2 también.
Este minimonovolumen encierra tecnología que sólo se encuentra en coches que le sacan metro y cuarto. La palabra clave es aluminio. Un material que se emplea en su carrocería con una ventaja evidente: reduce mucho su peso. Algo que, a simple vista, parece sólo una mejora puntual que no compensa en un coche pequeño, ya que no puede ser muy pesado. Sin embargo, este adelgazamiento en un vehículo similar (en torno a los 100-150 kilos) resulta beneficioso para los apartados de prestaciones, consumos, seguridad, comportamiento y frenada, como veremos poco a poco.
Por dentro y por fuera
Con la ya mencionada ventaja del peso, Audi tenía fácil hacer un coche grande entre los pequeños. Sus líneas de monovolumen son muy originales, con unos pasos de rueda ensanchados que le dan aspecto robusto, el pequeño tamaño de las ventanas o el diseño de la ventana trasera, dividida en dos con un alerón. No es extraño que la gente nos mire perpleja por lo nuevo y distinto que es.
Este formato también es la mejor forma que hay de tener mucho espacio dentro, sobre todo a lo alto. El A2 no lo explota al máximo, pero tiene cuatro cómodas y espaciosas plazas, que pueden ampliarse a cinco, de forma opcional, por 46.000 pesetas. Cuenta con alguna idea muy ingeniosa, como la que Audi llama «Space floor», que no es otra cosa que crear un espacio adicional -por debajo de los asientos delanteros- para los pies de los que van sentados detrás. De lo que disfrutan todos los que acceden a su interior -bien por las cuatro puertas laterales, pero mal porque son algo pequeñas- es de buenos asientos, excelente climatización y poco ruido. Las banquetas son bastante duras y sujetan bastante bien el cuerpo, sobre todo en las curvas. Además, los reposacabezas merecen llevar ese nombre, lo que juega en beneficio de la seguridad. Por otro lado, el climatizador funciona a la perfección y con mucha rapidez. Resulta muy agradable a la vista comprobar cómo un coche pequeño da sensación de calidad y solidez. Se nota en detalles como una tapa de la guantera muy robusta -sin ser demasiado pesada- unos interruptores que da gusto manejar y unos materiales que apetece acariciar. Para que no falle nada, el equipamiento de serie es muy completo, algo que justifica en parte su elevado precio.
Cómo va
El conductor será, posiblemente, el que mejor se lo pase. Sin esfuerzo encontrará su posición óptima, gracias a que el asiento y la dirección ofrecen buen número de regulaciones. Por contra, se quejará de que la visibilidad hacia el ¾ delanteros no es del todo buena, -en determinados giros cerrados hay que poner la cabeza en una posición un tanto extraña para otear el horizonte-. A cambio, disfrutará del agradable tacto del volante y de la precisión con la que entran las marchas. El Audi inicia la marcha -parece como si no le costara, dado su bajo peso- y poco a poco nos sorprende por su carácter. Nada de prejuicios sobre los coches altos y ligeros. Con una suspensión tirando a dura y su recortado tamaño, se muestra bastante ágil en cualquier carretera. En trazados rápidos -como una autopista-, aunque algo más nervioso, sigue mostrándose muy sencillo de llevar. Un buen aliado en este terreno es su agradable dirección, porque conserva su buen tacto y es muy precisa. De serie se ha incorporado el control de estabilidad, un sistema que corrige algunos de nuestros errores de conducción, como entrar muy pasados en una curva. No hay problema. A este peso pluma tampoco le supone mucho esfuerzo detenerse. No sólo hay que parar en pocos metros, sino que hay que hacerlo sin que el coche nos dé algún susto: nuestro modelo es todo un ejemplo en ambas disciplinas.
Si nos dicen que un Audi tiene 75 CV, surgirán dudas sobre si es potencia suficiente para movernos con soltura. Pero, una vez más, el A2 juega su carta del peso, acelerando con alegría y recuperándose con facilidad. Esto significa que podemos estar seguros de que vamos a obtener buena respuesta cuando lo necesitemos. Este motor sube muy bien de vueltas y como manejar el cambio es un placer -por precisión y buenos recorridos-, de nuevo nos da la sensación de que llevamos un pequeño Gti entre las manos.
La conclusión, es que el A2 se descubre tras buen número de kilómetros. Demuestra entonces que cumple como lo haría un coche más grande. Así que el precio, también de vehículo superior, está algo más justificado. Si «el tamaño no importa», podemos tener un Audi con mayúsculas, un compacto que marca muchos de los caminos a seguir para sus rivales. Sólo un pero, en tramos con baches, la suspensión -algo seca- se dejará notar en los riñones y, aunque su consumo es contenido (5,94 litros), el depósito de gasolina (de sólo 34 litros) resulta pequeño, ofreciendo una autonomía de 572 kilómetros.
Veredicto
Mucho diseño por fuera pero sin descuidar la utilidad por dentro, ya que es muy habitable para su tamaño, incluido el maletero. No hace falta gastar dinero en opciones, porque lo lleva todo. Es un placer entrar en el A2. La temperatura es la que elijamos y la radio es lo que más sonará cuando la llevemos puesta. Solo la suspensión algo seca agita demasiado a los ocupantes cuando pisamos baches. Es divertido subir de marchas y ver qué bien acelera este Audi con solo 75 caballos. Con su poco peso podemos «intimidar» a coches más potentes. Pero con tres adultos más, la cosa cambia€ Lo menos favorable del A2. El precio echará atrás a más de uno. Eso sí, los cuatro aros se valoran bien en el mercado de segunda mano. Además, sus consumos son muy buenos en cualquier circunstancia.
Lo que otros no te cuentan
Todo un coche de lujo. Es una escultura rodante. Merece darse una vuelta a su alrededor. Da sensación de coche muy robusto, con sus amplios pasos de rueda, la escasa superficie acristalada. Las preciosas llantas, de diseño muy típico de Audi, le dan aspecto deportivo. Le falta alguna protección para los toques de la ciudad.
¿Aerodinámica? El A2 bate récords de aerodinámica entre los vehículos de su clase. Se ha cuidado su diseño al máximo para que el viento frene lo menos posible su marcha. Por eso es capaz de correr mucho y consumir poco. Un detalle curioso es el alerón que divide la luneta trasera, diseñado de tal forma que evita que el cristal trasero se ensucie demasiado.
Visibilidad. La visibilidad hacia el 3/4 delantero no es buena por la forma descendente del techo. Hacia atrás, mejor de lo esperado.
El maletero. Con la bandeja – que no es rígida y no provoca ruidos- en posición normal, la capacidad es buena y aprovechable. Los asientos se pueden abatir por partes e incluso llegar a retirarse del todo. Tiene muchos ganchos para sujetar la carga que llevemos.
Ficha técnica y gama
Rival MERCEDES A 140
Precio: 2.750.000 pesetas
Potencia: 82 CV
Velocidad máxima: 170 km/h
Consumo: 7,1 l/100 km
Tamaño: 357 x 172 x 157 cm
Maletero: 350 litros
El modelo de la estrella resulta algo más barato pero es menos refinado. Sí sorprende por su habitabilidad, pero resulta más gastón en combustible que el A2.
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