Estéticamente vemos una línea muy continuista y acorde al resto de modelos de la gama, por lo que la versión de producción no debería diferir demasiado con la que ahora estamos viendo. El frontal es prácticamente idéntico al del Audi A1, con la misma solución para los faros, la parrilla, las luces antiniebla, el capó- Utiliza para la carrocería algunos elementos de fibra de carbono, aunque estos materiales nunca llegarán al modelo de producción, así como las llantas de 20 pulgadas con neumáticos 245/30. ¿Una oportunidad perdida para dar un golpe sobre la mesa? Aún es pronto para decirlo, pero parece que al margen del cuatro puertas, el nuevo A3 no nos sorprenderá en exceso.
Poco hay que decir del apartado mecánico, ya que la marca alemana ha utilizado para este concept un motor de gasolina de 2.5 litros y cinco cilindros con una potencia máxima de 408 CV, un bloque que presumiblemente dejaremos de oír unido al A3. Utiliza la caja automática de doble embrague y siete marchas S-Tronic y tracción permanente a las cuatro ruedas. Las prestaciones, como es de esperar, superan incluso a las de un TT-RS o un RS3: acelera de 0 a 100 km/h en 4,1 segundos y tiene una velocidad máxima limitada a 250 km/h, con un consumo de 9,1 l/100 km.
Ese espíritu deportivo obliga a utilizar la suspensión con amortiguadores de dureza variable y cinco modos de funcionamiento, que modifican la respuesta del cambio o de la dirección: –comfort-, –auto-, –dynamic-, –individual– y –efficiency-. El control de estabilidad también tiene mucho que decir en la dinámica, ya que se puede activar, desactivar por completo o modificar su nivel de asistencia.
En cuanto a tecnología, encontramos algunas soluciones que veremos en futuros Audi, aunque seguramente en coches de alta gama, como Internet, soportes para iPad y tabletas PC o un ratón táctil.
