Disponible también en la carrocería A8 L, el 3.0 TDI Clean Diesel conserva todas sus prestaciones: Ofrece una potencia de 250 CV y cuenta con tracción total Quattro y con la caja de cambios Multitronic de ocho velocidades.
Para cumplir con la nueva norma se hace necesario disminuir las emisiones de óxidos de nitrógeno y de hidrocarburos sin quemar. Los Clean Diesel de Audi lo consiguen incorporando un sistema de regulación de la presión de la inyección en los cilindros, un sistema de sobrealimentación revisado y el catalizador con aditivo AdBlue -gracias al cual se depuran mejor los gases-.
El AdBlue se compone de urea y agua al 32,5 %, y es un líquido que hay que rellenar cuando toca una revisión de mantenimiento ya que, de lo contrario, el vehículo no se pone en marcha. Los depósitos de AdBlue se encuentran en los bajos del coche y tienen una capacidad de 23 litros. Cuando sólo nos queda AdBlue para recorrer 2.400 km, se enciende la reserva en el cuadro de instrumentos.
El 3.0 TDI Clean Diesel cuestao por 1.500 euros más que el A8 3.0 TDI básico. Audi introdujo las primeras motorizaciones Clean Diesel en su gama en 2009, y hasta ahora ya ofrecía esta alternativa en los A4, A6, A7 Sportback y Q7. La normativa Euro 6, que entrará en vigor en 2014, obliga a todos los automóviles a no superar los 0,17 g/km de óxidos de nitrógeno e hidrocarburos sin quemar.