El nuevo sistema se basa en el
`Audi Adaptive Cruise Control´ con función
Stop & Go, ampliado con nuevos componentes para el
guiado transversal. Dos sensores de radar registran la zona delantera del vehículo, cubriendo un
campo angular de unos
35 grados y una
distancia de
hasta 250 metros. Una
cámara de vídeo con un amplio
ángulo de apertura observa las líneas de la
calzada; además, es capaz de identificar objetos como peatones, otros vehículos y guardarraíles. Ocho
sensores de ultrasonidos supervisan las zonas situadas directamente delante del vehículo y en sus esquinas. Adicionalmente se utiliza un
escáner láser que proporciona gran precisión en un
ángulo de unos
140 grados y a una
distancia de hasta
80 metros delante del frontal del vehículo.
El sistema de Audi para la conducción pilotada en atascos analiza permanentemente la velocidad del propio vehículo y la de los vehículos de alrededor. Si a partir de estos datos detecta un atasco circulando por debajo de los 60 km/h, el conductor puede activar la función de asistencia. Gracias al amplio registro del entorno, el sistema también puede funcionar en una vía sin líneas de demarcación. Al reanudar la marcha y frenar, el sistema se comporta como la función Audi ACC Stop & Go y reacciona adicionalmente ante los vehículos que se incorporan o que desean abandonar el propio carril facilitando la maniobra.
Como función de asistencia, la conducción pilotada en atascos permite al conductor, durante el tiempo que la función está activada y siempre dentro de unos determinados límites, dedicarse a otras tareas. Una vez que el vehículo alcanza los límites de la función, por ejemplo al disolverse el atasco, avisa al conductor con suficiente antelación para que se haga cargo de la situación.
Rupert Stadler, CEO de Audi, asegura: «Los sistemas de conducción pilotada en un vehículo de producción en serie serán técnicamente posibles esta misma década. Con una marca innovadora como Audi,
el conductor siempre tendrá la capacidad de decidir por sí mismo cuando quiere utilizar esa ayuda y cuándo tomar el control total del vehículo».
En el futuro, con ayuda de la
conducción pilotada el vehículo se hará cargo, por ejemplo, de las maniobras para aparcar y desaparcar en
plazas de aparcamiento estrechas en la calle, en el garaje o
incluso en parkings.