El Audi Q7 se enfrenta al crash test más duro del mundo

Los crash test del IHHS son los más exigentes del mundo. Prueba de ello es que coches con 5 estrellas EuroNCAP los han suspendido. ¿Qué pasará con el Audi Q7?


El nuevo Audi Q7 se enfrenta con éxito a los crash test del organismo estadounidense IIHS.
Obtiene la máxima puntuación posible en las grandes áreas sujetas a estudio de evaluación. De esta manera se testa un test frontal asimétrico, similar al conocido por su homólogo europeo EuroNCAP, otro de bajo solape, protección ante impacto lateral, resistencia al vuelco y la eficacia de los sistemas de asistencia destinados a evitar colisiones.

En el crash test frontal convencional logra la mejor puntuación, tanto en lo referente a la protección de las zonas de la cabeza, cuello y las piernas, donde se observa un bajo riesgo de lesiones, como en lo que respecta a la elevada resistencia de la estructura de la carrocería.

En caso de impacto lateral, hay que destacar que se evalúa, además de los registros obtenidos por los ocupantes de las plazas delanteras, la de los pasajeros sentados en las plazas traseras. De esta manera, las marcas deben ofrecer una gran seguridad gracias a los airbags laterales y de cortina. En este supuesto, el modelo de los cuatro aros presenta unos registros muy favorables, protegiendo de impactos contra estructuras duras. La resistencia que presenta el techo ante un vuelco resulta óptima al igual que la protección ofrecida por los reposacabezas ante el temido latigazo cervical.

Pero, la prueba más destacable y más complicada de estos estudios, es el crash test frontal con bajo solape. De esta manera, el impacto lo recibe sólo un 25 % de la estructura frontal, poniendo de relieve la necesidad de ofrecer una elevada resistencia estructural y, al mismo tiempo, presentar unos dispositivos de retención eficaces para controlar la intensa desaceleración que sufre el cuerpo en un impacto de este tipo.

En esta situación, el Q7 se alza con la máxima puntuación en todas las áreas del cuerpo evaluadas salvo en la zona baja de las piernas y de los pies donde obtiene un resultado calificado como aceptable. El otro aspecto importante, la resistencia estructural, se mantiene de nuevo en unos niveles óptimos, preservando la célula de seguridad del habitáculo de manera eficaz.

Para lograr estos resultados, el nuevo Audi hace un uso intensivo de aceros de ultra alta resistencia conformados en caliente, en especial en las zonas de los pilares A y B del vehículo, que a su vez se mezclan con aceros convencionales y numerosas piezas en aluminio. Así la marca alemana consigue una gran seguridad pasiva y, a su vez, una rebaja sustancial del peso del automóvil.

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