Audi Quattro Concept, más radical que el TT-RS

Este prototipo utiliza el chasis del deportivo Audi RS5, aunque en un formato más compacto: si el RS5 llega a los 4,50 metros de longitud, el Quattro Concept no pasa de los 4,28 m, con una altura de 1,33 m y una considerable anchura de 1,86 m. Para su fabricación se ha utilizado mayoritariamente aluminio […]


Audi Quattro Concept

Este prototipo utiliza el chasis del deportivo Audi RS5, aunque en un formato más compacto: si el RS5 llega a los 4,50 metros de longitud, el Quattro Concept no pasa de los 4,28 m, con una altura de 1,33 m y una considerable anchura de 1,86 m. Para su fabricación se ha utilizado mayoritariamente aluminio -un material con el que Audi se siente especialmente cómodo-, aunque algunas partes como el capó o el techo son de fibra de carbono para aligerar el peso. Gracias a esto, la carrocería sólo pesa 159 kg, mientras que el conjunto llega a los 1.300 kg. Otro elemento que contribuye a reducir el peso son los asientos tipo backet, realizados en fibra de carbono -cada uno pesa sólo 18 kg-.

En cuanto a diseño, este concept se asemeja bastante a otros prototipos que hemos visto en los últimos salones, sobre todo al e-Tron, con el que comparte los faros muy afilados o la gran parrilla frontal. Cabe destacar también la entrada de aire del capó, un claro guiño al Sport Quattro. La zaga culmina con un pequeño spoiler, dos salidas de escape y un difusor de fibra de carbono. Por dentro encontramos un diseño más bien sobrio, poco recargado y con un toque retro, sobre todo en lo que se refiere a la instrumentación. Los asientos están tapizados en Alcántara.

Un TT-RS potenciado
Para mover a este prototipo, Audi ha optado por la mecánica de 2.5 litros que monta el TT-RS, si bien la potencia aumenta de los 340 a los 408 CV. El par máximo también crece -de 450 a 480 Nm- y se consigue entre las 1.600 y las 5.300 rpm. Gracias a este motor y al poco peso, es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en sólo 3,9 segundos -una décima más rápido que un Ferrari California y sólo una más lento que el Mercedes SLS AMG de 571 CV-. Y todo ello con un consumo de apenas 8,5 l/100 km.

En cuanto a la tracción total, utiliza el evolucionado sistema quattro del A7 y el RS5, que emplea un diferencial central de corona en lugar de Torsen -puede distribuir el par a cada rueda de manera independiente-. La distribución de la fuerza se realiza en la proporción 40/60 (eje delantero/eje trasero), aunque en caso de pérdida de adherencia puede modificar esa proporción hasta un 85% al eje trasero y un 70% al delantero. Para mejorar el paso por curva emplea también el diferencial trasero deportivo del S4. Los neumáticos son 275/30 R20, tiene frenos carbonocerámicos en ambos ejes y suspensión deportiva.

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