Audi S1: El urbano más potente

Nos desplazamos a Suecia para probar el nuevo Audi S1. Un urbano de 3,97 metros de largo que, gracias a su motor 2.0 TFSI gasolina de 231 CV, es el urbano más potente que puedes comprar.


En realidad, la información que has leído arriba es mentira. O mejor dicho, no es cierta del todo. En 2012, Audi presentó una serie limitada del A1 Quattro; una especie de súper coche de aspecto demoledor desarrollado a partir del A1. Equipaba un motor 2.0 TFSI de 256 CV y tracción total Quattro. El problema es que las 333 unidades del modelo ya tienen dueño, de modo que técnicamente el nuevo S1 ostenta el título de urbano más potente a la venta.
A simple vista, el S1 se diferencia de los A1 ‘convencionales’ por sus llantas de 17”, su paragolpes traseros con cuatros tubos de escape integrados, las taloneras laterales o su spoiler de techo. Además, en opción, ofrece la posibilidad de personalizar su imagen con un paquete exterior denominado Quattro que, por 1.590 euros, incluye pinzas de freno en color negro, faros de xenón con una franja decorativa roja, llantas de 18 pulgadas…
Una vez abres la puerta y accedes al interior del S1 percibes que el puesto de conducción es muy cómodo gracias a los amplios reglajes de asiento y volante. La calidad de acabado es superior a la de cualquier rival –abundan los plásticos blandos, todo está bien ajustado…–; aunque también puede decirse que es lo exigible en un coche cuyo precio de salioda es de 34.200 euros. Además, si el cliente lo desea puede personalizar su aspecto con el paquete interior Quattro por 2.060 euros, que incluye asientos deportivos S con respaldo en colores negro, rojo o amarillo que van a juego con la consola central y los aireadores…

En marcha, las conclusiones que hemos podido sacar acerca del comportamiento y el motor del S1 son parciales, ya que hemos conducido sobre el asfalto nevado de Suecia y un lago helado en el circuito de conducción de Molanda. En este último escenario pudimos comprobar los tres modos de funcionamiento del ESP: conectado, parcialmente desconectado y desconectado por completo.

En lo que al motor respecta, el S1 está impulsado por el conocido propulsor 2.0 TFSI turbo de gasolina, que equipan otros modelos como el propio Audi S3. En esta ocasión, con 231 CV y dotado de inyección directa e indirecta. Según los responsables de Audi, la inyección indirecta se utiliza cuando la demanda de potencia es baja para reducir las emisiones contaminantes. Por otro lado, la culata y el colector de escape son una única pieza, con el fin de mejorar la refrigeración del motor. Con todo, sobre el asfalto del centro de conducción de Molanda, este propulsor tenía un sonido agradable, aceleraba con mucha rapidez y daba la sensación de mostrarse especialmente contundente entre 4.500 y 6.000 rpm. Según Audi, el S1 acelera de 0 a 100 km/h en 5,8 segundos -5,9 segundos en la versión Sportback de 5 puertas- y alcanza 250 km/h. El cambio es manual de seis velocidades -no puede equipar cambio automático ni en opción- con una guiado perfecto y la dureza exacta.

En lo que al chasis respecta, se ha sustituido la suspensión trasera mediante eje de torsión por una de tipo multibrazo. Esta sustitución ha sido forzosa, ya que era necesaria para alojar el embrague Haldex del sistema de tracción total Quattro. Este embrague está ubicado en el eje trasero –reduce la capacidad del maletero de 270 a 210 litros– y, cuando las ruedas delanteras patinan, envía la fuerza del motor a las traseras. Además, cuenta con una función torque vectoring que le permite distribuir la fuerza que llega al eje trasero entre ambas ruedas actuando sobre los frenos. Lo cierto es que, apoyado en unos neumáticos de clavos, el Audi S1 no tenía problemas para avanzar y se mostraba bastante asentado; de modo que sobre el asfalto de las carreteras españolas debería ser un modelo muy estable, rápido y sencillo de conducir.

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