Un año después de lanzar el Audi SQ5 con motor V6 de gasolina, la marca de los cuatro aros presenta la variante diésel de su todocamino deportivo. El SQ5 TDI incorpora un motor 3.0 V6 de 347 CV y llegará al mercado en la segunda mitad de 2019.
Se trata del segundo Audi SQ5 diésel, puesto que la variante deportiva de la primera entrega del Q5 solo estaba disponible con motor 3.0 V6 TDI de 313 CV. El nuevo SQ5 TDI tiene, una vez más, un bloque V6 de 3.0 litros bajo el capó, pero esta vez desarrolla 347 CV y 700 Nm de par disponibles de forma continua entre las 2.500 y las 3.100 rpm. Con este propulsor, el todocamino de Ingolstadt acelera de 0 a 100 km/h en 5,1 segundos y alcanza una velocidad máxima limitada electrónicamente a 250 km/h, todo ello con un consumo medio homologado de entre 6,6 y 6,8 l/100 km.
Con la pegatina ECO de la DGT
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El nuevo Audi SQ5 TDI tiene un sistema Mild-Hybrid -MHEV- que le permite lucir la etiqueta ECO de la DGT en su luna delantera. Además del sistema eléctrico de 48 V, incluye un compresor eléctrico que complementa al turbocompresor para conseguir una entrega de par más instantánea y reducir el consumo, según Audi en 0,7 l/100 km. Este sistema se llama electric powered compressor -EPC- y utiliza un motor eléctrico de 7 kW de potencia que es capaz de generar una presión de 1,4 bar.
El motor diésel del Audi SQ5 TDI también se asocia a una caja de cambios automática tiptronic de ocho velocidades y a un sistema de tracción total permanente quattro que, en condiciones normales, manda el 40% del par al eje delantero y el 60% al eje trasero, si bien, es capaz de enviar hasta un 70% al eje delantero y hasta un 85% del par al eje trasero.
Mismo diseño que el Audi SQ5 TFSI
Si lo comparamos con un Audi Q5, el SQ5 incorpora una suspensión más firme y baja que permite reducir en 30 mm la altura de la carrocería -opcionalmente puede tener suspensión neumática adaptativa-, una dirección más rápida y precisa, diferencial deportivo en el eje trasero, el selector de modos de conducción Audi drive select. Como en el SQ5 de gasolina, las llantas de aluminio son de 20″ -también se ofrecen unas de 21″ y los frenos cuentan con pinzas de seis pistones y discos de 375 mm en el eje delantero.
En materia de diseño no hay diferencias con respecto al Audi SQ5 TFSI, por lo que también incluye paragolpes deportivos, elementos decorativos en color gris mate, el logotipo S, difusor trasero y faros led. Dentro, cuenta con asientos deportivos S tapizados en cuero y Alcantara, umbrales de las puertas iluminados con el logotipo S, costuras de contraste en el volante deportivo de cuero y guarnecidos en aluminio pulido, aunque, opcionalmente, pueden ser de madera o de fibra de carbono, mientras que los pedales son de acero inoxidable y las levas del cambio situadas detrás del volante están acabadas en aluminio.
A falta de conocer su disponibilidad y precio en el mercado español, sabemos que estará disponible en Alemania a partir de verano con un precio base de 67.550 euros, si bien es previsible que su tarifa se encarezca en nuestro país, ya que el SQ5 TDI está disponible en España desde 80.110 euros.
