Düsseldorf, Caravan Salon
Del 31 de agosto al 8 de septiembre tiene lugar en Düsseldorf (Alemania) la Caravan Salon 2019, una cita ineludible para los fanáticos de los vehículos camper.
La muestra de Düsseldorf esla primera y más importante feria del mundo de las autocaravanas y el camping. Acudir a ella no solo es un festival para el fanático de estas disciplinas, sino una oportunidad realmente buena de conocer una ciudad repleta de sorpresas. Te damos algunas ideas…
Altstadt
Uno no puede ir a Düsseldorf y saltarse porque sí la Ciudad Vieja o, literalmente, Altstadt, un conjunto de calles de alto valor histórico y aspecto inmejorable. Casas bajas y restauradas, calles retorcidas y estrechas… Todo se conjunta, sin embargo, con la personalidad moderna y urbana de la ciudad. Se trata de un lugar divertido, dada la gran cantidad de locales, restaurantes y bares que acoge.
Pero además, muchos de los monumentos, fiestas y otras actividades turísticas suceden aquí. Altstadt no es, por tanto, uno de los 19 barrios de la ciudad, sino la destilación de todo su espíritu, probablemente el lugar al que querremos volver una vez acabe la feria.
Burgplatz
Dentro del citado barrio, esta original plaza se despliega bajo un llamativo torreón, el Schlossturm, el único que queda de los varios que había y que le da una bonita atmósfera medieval. Pero a sus pies todo es distinto, bullicioso. Aquí se celebran gran parte de las fiestas de la ciudad, siempre es un lugar ocupado y animado.
En verano por la tarde, es el santurario del «afterhours»€ Todo el mundo se encuentra para tomar una cerveza. Atención a la original estatua que acoge el Monumento de los Privilegios en conmemoración a la batalla de Worrigen, y como extensión de ésta al otro lado, la fuente de los niños acróbatas. El río remata un conjunto para recordar.
Playa del Rhin
¡Una ciudad con playa! Esta contradicción, que nunca ha sido tal, sin embargo sigue funcionando en algunos casos. En Düsseldorf no, y la agradable playa que encontramos a apenas un paseo del centro nos puede proporcionar un día de agradable y soleado ocio. Si visitamos la ciudad en meses de invierno o el tiempo no acompaña, tanto da, dado que la ribera del Rhin bien merece un paseo por sus jardines.
La Torre del Rhin
Este vistoso pirulí alemán llamado Rheinturm y diseñado por Harald Deilmann es la mejor solución si lo que deseamos es una buena vista desde las alturas de la ciudad. Nada menos que 240 metros de hormigón y acero, una altura que lo convierte en la construcción más alta de todo Düsseldorf, la estructura perfecta para transmitir radio FM. Como tiene un restaurante arriba, podemos tomar un café mientras vemos qué tal está aparcado nuestro vehículo.
Parque de Hofgarten
Toda gran ciudad merece su correspondiente pulmón verde. Düsseldorf tiene el parque de Hofgarten, un gran jardín de estilo italiano que además es el primer gran parque público de Alemania. Hofgarten, o «el jardín de la corte», se encuentra entre destacados puntos del lugar como la Odeonsplatz o el mismísimo Rhin, y en su interior acoge el Templo de Diana, un museo artístico y la Cancillería del Estado. Tiene hectáreas de sobra para pasear mucho y olvidarnos del mundanal ruido urbano.
Palacio de Benrath
La arquitectura oficial y de representación de la ciudad se materializa con orgullo en el palacio de verano del príncipe Karl Theodor, una joya barroca rodeada de 60 hectáreas de jardines y considerado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Diseñado por el francés Nicolas de Pigage y ubicado en la zona sureste de la ciudad, su color rosáceo es inconfundible. El edificio muestra todas las fórmulas de la arquitectura del XVIII y recoge gran parte de la historia de Düsseldorf y quienes ejercieron el poder.
Basílica de San Lamberto
Otro monumento de los que requieren dejar nuestra caravana aparcada… Estamos ante una de esas iglesias de visita obligada, dado que en Düsseldorf no hay catedral. De exquisito estilo gótico y con una torre bien visible, la leyenda dice que la construcción se recompondrá cuando una virgen se case en la iglesia. En esta iglesia, quizá el monumento religioso más llamativo de la ciudad, se encuentran los restos de San Apolinar y la tumba de San Lamberto.
Kunst im Tunnel
El museo de arte contemporáneo de Düsseldorf hace honor a su nombre en alemán: en efecto, está en un túnel y además, bajo tierra. En total, 850 metros cuadrados de exhibición con una localización ambiciosa, original. Situado, como casi todo en la ciudad, a orillas del Rin, reúne multitud de obras de jóvenes talentos del futuro en una atmósfera muy poco habitual. Por supuesto, ofrece muchas actividades y unas bonitas vistas de la curva del río.
Las casas de Frank Gehry
A la orilla del río, en la zona del puerto, el arquitecto Frank Gehry dejó una de sus fascinantes e icónicas obras, un edificio de líneas curvas poco habituales que parece alzarse vivo ante nosotros. Cubierto de espejos que reflejan la luz y crean efectos poco habituales, potenciados por su color blanco y plateado. Cada uno de los edificios es en realidad distinto, tanto estéticamente como a nivel de construcción. Coinciden, eso sí, en el peculiar impacto que ejercen en la zona.
EKO-HAUS
Siguiendo este venazo arquitectónico, el Düsseldorf hay una importante comunidad japonesa que, naturalmente, ha dejado su impronta en la ciudad. Este complejo residencial de arquitectura y jardinería tradicional oriental nos permite alejarnos del mundanal ruido al tiempo que nos sumergimos en otro ambiente radicalmente distinto al que esperamos en una ciudad alemana. Tiene un templo que organiza ceremonias y actividades como la tradicional toma del té japonés, además de cursos de relajación budista. Eko-Haus es como viajar a Japón dentro de Düsseldorf.
