La autopista de peaje AP-1, que une la ciudad de Burgos con Armiñón, Álava, ya no cobrará más peajes al finalizar su contrato de concesión con una empresa privada. Dicha autopista pasará a ser gestionada nuevamente por el Estado, así lo confirma Europa Press.
Desde la medianoche del pasado viernes, todos los usuarios que frecuentan esta autopista lo podrán hacer gratis. Y es que esta autopista, con 20.858 vehículos diarios, es una de las más transitadas de nuestro país. Una medida que será celebrada por muchos, sobre todo desde el sector transporte. Esto se ha debido al compromiso ejercido por el actual ministro de Fomento, José Luis Ábalos, el cual afirmó que no mantendría las concesiones a empresas privadas cuyo contrato expirara durante su mandato.
Esta medida de Fomento supone, aún en caso de que se acabe la Legislatura, terminar con el peaje del tramo de la AP-7 entre Tarragona, Alicante y Valencia, así como el tramo de la AP-4 que une Sevilla y Cádiz. Algo que llegaría al terminar 2019, que es cuando se agotan las concesiones del grupo Abertis, empresa encargada de ambas autopistas de peaje.
Aunque la concesión de la AP-1 llega a su fin, Europistas, encargada de la autopista, seguirá encargándose del mantenimiento de la misma durante seis meses más. El propio Ministerio de Fomento ha llegado a un acuerdo con dicha compañía, para que ésta siga encargándose de la AP-1 mientras Fomento finaliza el proceso. Mediante este acuerdo, la concesionaria sustituirá a 62 trabajadores de una plantilla total de 111 que trabajan en la autopista y para los que Itínere, empresa matriz, ya ha pactado un ERE de extinción.
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