La berlina más potente de la marca italiana causó una excelente impresión a nuestros dos pilotos invitados.
Apenas transcurridos unos breves minutos de contacto, este modelo suscitó una opinión común entre Balba y Miguel Ángel: “es un automóvil que destila calidad y transmite sensación de solidez.
Por dentro y por fuera
El puesto de mandos -foto 1- es atractivo y muy original. La habitabilidad en las plazas traseras -foto 2- es aceptable, aunque los 378 litros del maletero -foto 3- se quedan justos. La postura de conducción para Balba -foto 4- sólo está condicionada por el duro respaldo del asiento.
El equipamiento del GTA
De serie: ASR, airbag conductor, pasajero, laterales delanteros y de cortina, ABS, faros antiniebla, asientos delanteros calefactables y con regulación eléctrica del respaldo, climatizador bizona, elevalunas eléctricos delanteros y traseros, ordenador de a bordo, llantas de aleación, limpiaparabrisas automático, retrovisores eléctricos, equipo de audio con mandos en el volante, alarma, control de velocidad, cierre centralizado con mando a distancia.
Opciones: cambio Selespeed (1.550€), pintura metalizada (361), faros de xenón (737), sistema de navegación (1.639), pre-instalación de teléfono (61), cargador de CD’s en el maletero (384).
Los asientos delanteros tienen un diseño espectacular e incorporan de serie calefacción. El equipo de audio -de la marca Bose, tiene una excelente calidad; el climatizador automático -debajo- funciona muy bien. Los cuatro elevalunas están muy a mano, en la puerta del conductor. Pedales y reposapiés son de aluminio.
Balba y Miguel Ángel coincidieron en la mayoría de sus impresiones sobre el último deportivo de Alfa.
Para abrir las puertas traseras hay que buscar la maneta en el montante posterior.Buena eficacia de los faros. Si queremos que sean de xenón hay que pagar 737€.A nuestros dos protagonistas les sorprendió la buena calidad de acabado de este 156.
El GTA se identifica por detrás gracias a esta doble salida de escape cromada.
Qué debes saber de…Balba González-Camino y Miguel A. de Castro
Quiénes son… Balba González-Camino y Miguel Ángel de Castro son pilotos de Gran Turismo y ganadores del Campeonato de España en el 2000.
No tiene nada que ver con los Alfa de hace años; el salto que se ha experimentado en estos aspectos es increíble”.
Continuando con las primeras impresiones, y en referencia al aspecto exterior del GTA, Balba lo tenía claro: “no es un coche ostentoso o demasiado recargado, no se han excedido en ‘adornos’ innecesarios”.
Algo en lo que también coincidía Miguel Ángel, “es como un coche de carreras pero camuflado”, y Balba insistía “es cierto que por fuera no aparenta ser el tipo de coche que realmente es.
Parece más tranquilo, con menos carácter. Sólo ciertos detalles delatan su carácter radical, como las llantas de 17 pulgadas con el típico diseño de Alfa, los faldones sobredimensionados que además, le dan un aspecto musculoso…
Son pequeños ‘accesorios’ que le aportan deportividad sin perder el estilo discreto y elegante de esta firma”.
En este sentido comentaban lo acertado que resultaba en el 156 GTA mezclar dichos elementos rácing “con otros de clara inspiración retro, como las manetas cromadas de las puertas delanteras, el escudo frontal, o la matrícula situada en un lateral”.
Sobre el interior, ambos elogiaron el diseño.
Balba destacó la configuración de la consola central “porque mezcla materiales modernos, como las inserciones metálicas, con un diseño claramente inspirado en el de coches de otra época”.
Por otra parte, Miguel Ángel hizo hincapié en los tres relojes de la instrumentación adicional, y en el acertado diseño de las salidas de aire giratorias.
Sin embargo, los dos pilotos aseguraron que la postura de conducción perfecta era difícil de conseguir, principalmente debido a las formas de su espectacular asiento: “el reglaje de la zona lumbar no es de lo mejor, te cuesta encontrarte del todo cómoda” comentó Balba; a cambio, “el agarre del asiento es bastante bueno”, concluyó Miguel Ángel.
El resto de los elementos sí que fueron de su agrado: “el volante y la palanca tienen muy buen tacto, la instrumentación es suficiente y se completa con los datos del ordenador de a bordo”.
En cuanto al equipamiento, ambos lo calificaron como de “muy completo para su precio ya que no faltan elementos imprescindibles, como un climatizador con dos zonas…”.
En cuanto a la habitabilidad, a pesar de ser un coche tan deportivo, Balba comentaba que “pueden viajar en él cinco adultos sin excesivos problemas; eso sí, el espacio de carga está por debajo de otras opciones de esta categoría”.
En marcha, ambos destacaron el sonido de la mecánica: “no es muy elevado pero es precioso, muy a tono con su elegancia y carácter deportivo”.
Además, la piloto afirmaba: “es impresionante lo que anda el 156, es muy sencillo circular, casi sin darte cuenta, a velocidades muy elevadas. No tiene demasiados bajos -en esto coincidía con Miguel Ángel-, pero lo da todo desde las 4.000 hasta las 6.500 vueltas.
En ese instante sientes una ‘patada’, una sensación propia de un coche de carreras. No necesita de la ayuda del turbo para proporcionar las máximas sensaciones”.
¿Cuál es el truco para mantener el motor en su ‘zona caliente’? Recurrir a marchas cortas “para obtener una respuesta inmediata”, comentaron.
Una tarea sencilla, porque a ambos les pareció que el cambio estaba muy bien escalonado, “y sus seis velocidades son un acierto para aprovechar las posibilidades de esta mecánica de 250 CV”. Balba comentaba que “el recorrido de la palanca es corto, y su manejo rápido y sencillo; sólo hay que hilar un poco más fino al insertar la quinta marcha”.
Sobre el comportamiento, “el coche se sujeta muy bien, tiene una magnífica estabilidad.
En zonas de curvas se pone en evidencia que, tanto la suspensión -bastante dura como es lógico en un deportivo de tan altas prestaciones-, como el rígido chasis están muy bien puestos a punto”, comentó Miguel Ángel.
“A pesar de ser un tracción delantera -apuntillaba Balba- resulta muy neutro, apenas subvira en las curvas”; “algo a lo que contribuye”, según su compañero, “el buen reparto de pesos”.
El resultado de todo lo mencionado es que este GTA es un coche muy divertido de conducir y esto se consigue también “con las ayudas electrónicas, que en este Alfa son sólo eso, ayudas, porque no enturbian una conducción deportiva al máximo.
Por ejemplo, el control de tracción entra en funcionamiento sólo cuando debe; algo extensible también al ABS, que permite apurar mucho la frenada”.
Hablando de frenos, fueron contundentes: “por fuerza, son excelentes para detener el vehículo. Tan sólo hay que acostumbrarse al tacto del pedal del freno.
No tiene mucho recorrido y, al principio, será fácil que ‘clavemos’ el coche”.
En lo que se refiere a la dirección, Balba criticó el reducido diámetro de giro del GTA – porque complica las maniobras de aparcamiento- aunque, por el contrario, “en carretera es muy directa y le dota de gran agilidad”.
Para concluir, y en referencia al tema económico, ambos consideraron el precio del GTAde “bastante competitivo” para la calidad y prestaciones que ofrece… y su consumo, normal para la potencia que desarrolla.
El veredicto… de Balba González-Camino y Miguel A. de Castro
El GTA es un automóvil destinado a gente que ama la conducción deportiva, pero no busca la imagen ostentosa o el sacrificio que supone un coupé -quizá más llamativo pero mucho menos práctico para un uso habitual-.
Con este modelo, Alfa recupera su imagen de berlinas rácing y de calidad, con un diseño capaz de enamorar a primera vista y que, seguramente, pase a la historia como una de los automóviles más bellos de finales de siglo XX. Una buena idea de Alfa la de recuperar este tipo de coches.
A los mandos del Alfa GTA… Hay que aplaudir a Alfa por volver a apostar por las berlinas de altas prestaciones. Es cierto que se encuentran coches de este tamaño con la misma o superior potencia -BMW, Mercedes-, pero también lo es que su precio es notablemente más elevado y su diseño más anodino. El GTA no necesita de la tracción trasera o del turbo para ser un deportivo de los ‘gordos’ que nos deleite con las máximas sensaciones; le basta con un refinado V6 repleto de genio, un bastidor que difícilmente puede estar más afinado para una conducción muy deportiva, y un equipo de frenos que aportan una seguridad impresionante. El resto de los aspectos se han cuidado también de forma especial: el equipamiento es completísimo -aunque en un modelo con estas prestaciones no habría estado de más incluir los faros de xenón-, la calidad de acabado es muy buena y la habitabilidad es suficiente para cuatro adultos y su equipaje. Equipo de pruebas
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