Ésta pesa seis kilos menos y es siete centímetros más baja que una batería convencional. El amperaje es de 18 AH , que equivale a 60 AH de una batería normal.
Obviamente, este tipo de equipamiento está pensado para modelos ultra deportivos en los que la reducción de peso es un factor clave. Además, según Porsche, el ciclo de cargas y descargas es significativamente mayor que una batería de plomo ya que la de ión litio puede descargarse por sí misma.
El fallo es que la batería no arrancará si estamos a menos de 0º o a más de 32º de temperatura ambiente. Por lo tanto, los usuarios que han pagado 2.500 – por el nuevo gadget tendrán que configurar su coche según las condiciones climatológicas. Por eso la batería se entrega en una unidad aparte, además de la batería convencional.
Esta opción sólo tiene sentido para los modelos mencionados anteriormente, no para un uso diario como pretende Porsche.
